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El Senado de EE UU reduce a la mitad el plan de recortes de impuestos propuesto por Bush

Washington / Bruselas

El Senado de EEUU, bajo control republicano, redujo anoche a casi la mitad el plan de recortes de impuestos del presidente George Bush, asestando un duro golpe a una pieza clave de su plan de reactivación económica.

El presidente Bush había propuesto un plan de 726.000 millones de dólares, cuyo punto principal es la eliminación de impuestos a los dividendos corporativos (considerado una rebaja fiscal para los más ricos) y la reducción de tributos sobre los ingresos. Preocupados por los costes de la guerra en Irak y los problemas económicos en este país, los senadores aprobaron, con 51 votos a favor y 48 en contra, una enmienda que reduce a 350.000 millones de dólares el plan de recortes tributarios en la próxima década. La medida fue aprobada en el marco de las discusiones sobre el presupuesto federal de 2,2 billones de dólares para el año fiscal 2004, que se inicia el próximo 1 de octubre.

Hasta hace una semana, el Senado se había mostrado renuente a respaldar esta medida, que modifica sustancialmente el plan de la Casa Blanca, y el viernes pasado aprobó una enmienda, por 52 votos a favor y 47 en contra, que destina 100.000 millones de dólares, en un plazo de diez años, a la recién comenzada contienda en Irak, aunque estas cantidades pueden variar hasta la aceptación final por ambas Cámaras.

Por otra parte, la Cámara de Representantes aprobó su versión del proyecto de Ley presupuestario el viernes pasado y dejó intacto el plan tributario de Bush; su versión tendrá que ser armonizada con la que finalmente apruebe el Senado. Para los observadores, la votación de anoche en el Senado es un preludio de lo difícil que será el proceso en ambas Cámaras en las próximas semanas.

El debate sobre el presupuesto federal ha enfrentado a republicanos, que defienden el plan de Bush como una herramienta para la creación de empleos e incentivar el consumo, y a demócratas, que lo tildan como una medida que favorecerá principalmente a empresarios y ricos. Los demócratas consideran que la política fiscal es "irresponsable", sobre todo tras conocerse que la guerra de Irak costará 75.000 millones. El Congreso podría volver a ayudar a las aerolíneas, que afrontan una grave crisis con fuertes despidos, dijeron ayer líderes legislativos.

Por otro lado, la Unión Europea está ultimando los preparativos para hacer frente al impacto que tendrá una prolongación del conflicto militar en Irak, por un lado, en las redes de suministro de energía y, por otro, en el ya seriamente tocado sector aéreo. La Comisión Europea, que advierte de que el petróleo podría llegar a los 80 dólares por barril, tratará hoy las dos cuestiones tras poner el acento en la posibilidad de que se produzcan una escalada de atentados terroristas y que la crisis se extienda geográficamente hacia otros países de la región del Golfo.

El crudo iraquí representa el 3,5% de las importaciones de petróleo, por lo que una ruptura en el suministro "no tendría consecuencias dramáticas". Sin embargo, el Ejecutivo comunitario considera que ante la situación geopolítica actual sería "útil" que la UE se pusiera de acuerdo para asegurar las infraestructuras energéticas y vuelve a plantearse la necesidad de una reserva estratégica europea.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 26 de marzo de 2003