Richard Perle, presidente del Consejo Asesor del Departamento de Defensa y uno de los principales impulsores de la guerra contra Irak, presentó ayer su dimisión. La causa oficialmente esgrimida para justificar el abandono de Perle fue su relación con Trireme Partners, una empresa de seguridad que podía beneficiarse del conflicto bélico, y sus contactos personales con el polémico financiero saudí Adnan Kashogi.
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Esa sospecha de corrupción, o conflicto de intereses fue denunciada por el semanario The New Yorker el pasado 10 de marzo, y en ese momento Perle afirmó que no tenía la menor intención de abandonar su puesto como uno de los más influyentes asesores del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. Los problemas de la invasión de Irak, que según él iba a resultar fácil y celebrada por los iraquíes, pudieron contribuir a su decisión.
Donald Rumsfeld dijo que Perle había sido "un excelente presidente" del organismo asesor del Pentágono y había liderado el Consejo "durante una época muy importante". "Hace muchos años que conozco a Richard Perle", añadió, "y sé que es un hombre de integridad y honor". El secretario de Defensa indicó que pensaba sugerirle a su asesor que permaneciera vinculado al Consejo.
Perle fue uno de los organizadores del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, la asociación que en 1998 empezó a preconizar la necesidad de invadir Irak para acabar con Sadam. Rumsfeld y muchos otros altos cargos de la actual Administración republicana formaban parte de ese proyecto. Anteriormente, bajo la presidencia de Ronald Reagan, Perle fue subsecretario de Defensa. Su oposición a la limitación de armas nucleares y a cualquier pacto con la Unión Soviética le valieron el apodo de príncipe de las tinieblas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 28 de marzo de 2003