Los iraquíes tiran piedras contra su propio tejado. El mismo día en que la aviación estadounidense había matado a 48 civiles y herido a más de 300 en una ciudad, todo lo que enseñaron a los periodistas extranjeros fue el cráter dejado por una bomba dos noches antes en el campus de la Universidad de Bagdad. Los fotógrafos iraquíes, los únicos que ayer pudieron viajar a Hilla, junto a la antigua Babilonia, contaron con sus imágenes el horror de los llamados daños colaterales: medio centenar de muertos. Sadam Husein hizo un llamamiento a la yihad a todos los iraquíes.
"Los bombardeos empezaron el lunes por la noche y han durado toda la mañana", explicó anoche Karim Saheb, fotógrafo iraquí de la agencia France Presse, a su regreso de Hilla, 80 kilómetros al sur de Bagdad. "El director del hospital de Nader dijo que extendió 33 certificados de defunción y admitió a 310 heridos", explicó el reportero, aún conmocionado por las imágenes que acababa de registrar.
"Sobre cuál de estos féretros voy a llorar", dijo el superviviente único de una familia
MÁS INFORMACIÓN
- Los pozos de petróleo están bajo control
- Rumsfeld y Powell se enfrentan por el futuro de Irak
- El viaje a Bruselas
- Londres defiende un papel de liderazgo para Naciones Unidas
- Israel acusa a Siria de prestar apoyo logístico a Irak
- Berlusconi logra evitar el desgaste por su apoyo a Bush mientras la izquierda de Italia se enfrenta
- Francia intenta recomponer las relaciones con Washington
- Seguridad para el Francia-Israel.
- Comandos iraquíes planeaban un doble atentado en Jordania
- Annan advierte del riesgo de que falte agua y luz en Irak
- "¡Has matado a una familia!"
- Cinco periodistas siguen desaparecidos
- Irak: una guerra sin igual
- La gran batalla para abrir el camino a Bagdad se recrudece en Kerbala
- El régimen iraquí asegura que está intacto
- Bombardeos de palacios vacíos
- Nuevas matanzas de civiles
- A las puertas de Kirkuk
- Basora espera a los británicos
- Sadam mueve las divisiones de la Guardia Republicana al sur de Bagdad
- Los 'fedayin' se atrincheran en los lugares santos de Nayaf
- ¿Protegidos o maltratados?
El periodista señaló que encontró los restos de lo que parecían bombas de fragmentación o de racimo. Estas bombas estallan en el aire y lanzan numerosos explosivos de plástico. Cuando no estallan, se convierten en minas. Desde Washington, la organización de derechos humanos Human Rights Watch aseguró que EE UU está utilizando este tipo de nunición, que "causa numerosas muertes de civiles". "Los civiles pagarán el precio con la pérdida de sus vidas y de sus extremidades durante muchos años", dijo la organización.
El portavoz del Comité Internacional de la Cruz Roja, que nada más tener noticia de lo ocurrido despachó un equipo con ayuda quirúrgica, hablaba de "decenas de muertos y 450 heridos". "Nos preguntamos sobre el tipo de munición utilizada", dijo el CICR.
En cualquier caso, las cifras son más elevadas. Además de los muertos contabilizados en el hospital de Nader, 15 miembros de una familia de 16 perecieron cerca de Hilla, 80 kilómetros al sur de Bagdad, cuando un helicóptero Apache abrió fuego contra la furgoneta en la que intentaban escapar de los bombardeos, según informa France Presse. "¿Sobre cuál de estos férretros voy a llorar ahora?", dijo el padre y único superviviente del ataque, Razek Al Kazem Al Jafaj, ante los ataúdes que albergaban los restos de todos sus familiares.
Nader, según explicó el ministro de Información, Mohamed Said al Sahaf, originario de Hilla, es un barrio popular situado al sur de la ciudad en el que, dijo, hay una fábrica de seda industrial.
"Han bombardeado un barrio civil porque son unos racistas y día a día se están poniendo más tensos e histéricos, lo que les lleva a aumentar el número de víctimas", denunció Al Sahaf por la mañana. A esa hora se hablaba de 18 muertos, pero el hecho de que los responsables de prensa no fueran capaces de organizar la prometida visita al lugar del ataque, hizo que los informadores dudaran de las cifras.
Los periodistas están confundidos con la política informativa del Gobierno iraquí. El vicepresidente, Taha Yasín Ramadan, ni siquiera mencionó el caso durante su comparecencia ante la prensa. "No sacan partido de las atrocidades de EE UU", comentó uno de los guías que el Ministerio de Información impone a los reporteros. Algunos de éstos, más recelosos, sospechan que "si no lo hacen es que tienen algo que esconder".
"Todos los hombres de religión creen que esta guerra es una agresión contra el islam, por lo que la yihad se ha convertido en un deber para todos los ciudadanos", dijo ayer Sadam en un mensaje leído por el ministro de Información. Es la primera vez que un hombre político llama a la
yihad, competencia en principio reservada a los dignatarios religiosos.
"Los que maten en esta yihad irán al cielo", prometió Sadam antes de pedir a sus ciudadanos que "no pierdan esta oportunidad". El presidente iraquí llamó de forma indirecta a luchar contra Israel cuando se refirió a "nuestra nación desde el río hasta el mar", referencia que lleva al Viejo Testamento, donde los judíos hablan de una tierra que va desde el Éufrates hasta el mar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 2 de abril de 2003