EE UU se mantendrá dentro de la senda diplomática en la crisis nuclear norcoreana, pese a considerar que el régimen estalinista de Pyongyang trata de negociar desde el chantaje. El presidente George W. Bush así lo declaró ayer a la cadena NBC: "El chantaje diplomático" de Corea del Norte puede resolverse con el diálogo.
La diplomacia china insiste en la misma dirección: EE UU y Corea del Norte han dejado la puerta abierta a futuras negociaciones sobre el programa nuclear norcoreano. Es lo que dijo Liu Jianchao, portavoz del Ministerio de Exteriores chino. "Ambas partes han acordado que mantendrán nuevos contactos a través de canales diplomáticos".
El anuncio se produjo después de que las conversaciones que mantenían en Pekín fueran suspendidas porque, según EE UU, Corea del Norte confesó que tiene armas nucleares. Según el portavoz chino, "las conversaciones han significado un buen comienzo". Antes de dar por concluida la reunión, el ministro de Exteriores chino, Li Zhaoxing, se entrevistó por separado con el asistente al secretario de Estado estadounidense para Asia Oriental, James Kelly, jefe de la delegación de Washington, y con Ri Gun, subdirector de asuntos americanos del Ministerio de Exteriores norcoreano.
Sin sorpresas
Según funcionarios japoneses, el representante coreano hizo el anuncio sobre la posesión de armas atómicas durante un almuerzo celebrado el jueves. Para Washington no parece haber sido ninguna sorpresa. "Han dicho lo que siempre hemos sabido", dijeron fuentes estadounidenses.
La reunión, que comenzó el miércoles y debía haberse prolongado durante toda la jornada de ayer, era la primera que mantenían los dos países desde que estalló la crisis después de que, según Kelly, Pyongyang admitiera en octubre que tenía un programa nuclear secreto en contra de lo acordado en 1994 a cambio de ayuda económica. Corea del Norte siempre negó haber reconocido este extremo. Pyongyang dijo ayer por medio de la agencia oficial KCNA que durante el encuentro de esta semana ofreció una propuesta a su rival, pero que a cambio no escuchó nada nuevo.
EE UU ha exigido desde el inicio de la crisis al régimen de Kim Jong Il el abandono del programa atómico y se ha negado a firmar un tratado de no agresión como pide Corea del Norte.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de abril de 2003