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Powell pide a israelíes y palestinos "pasos prácticos" en favor de la paz

El secretario de Estado de EE UU se reúne con Sharon y Abu Mazen sin resultados concretos

El secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, pidió ayer a israelíes y palestinos que den "pasos prácticos sobre el terreno" en favor del plan de pacificación elaborado por la comunidad internacional, la Hoja de Ruta. El emisario de la Casa Blanca hizo este llamamiento en la recta final de su estancia en Israel y en los territorios palestinos, mientras miraba atrás y hacía balance de una jornada llena de pomposas declaraciones e importantes conversaciones con los primeros ministros, Ariel Sharon y Abu Mazen, pero con muy pocos resultados concretos y tangibles.

"De la misma manera que yo os he pedido a vosotros, palestinos, actuar rápida y eficazmente para desmantelar las infraestructuras terroristas, he subrayado al primer ministro Ariel Sharon, y a su Gobierno la necesidad para Israel de cumplir su parte, mejorando la vida cotidiana de los palestinos y respetando su dignidad", aseguraba ayer el jefe de la diplomacia norteamericana, Colin Powell, tras haber mantenido largas conversaciones con los primeros ministros Ariel Sharon y Abu Mazen.

La entrevista de Colin Powell con Sharon se celebró en la residencia del primer ministro en Jerusalén, mientras en las calles cercanas sonaban los gritos de militantes radicales de extrema derecha que pedían el fin de las conversaciones y que el emisario se volviera a casa. Era la respuesta indignada de la comunidad de colonos israelíes, compuesta por más de 200.000 personas, que protestaban por el asesinato de uno de los suyos, Tizon David, de 52 años, perpetrado horas antes por los disparos de un francotirador palestino contra el coche en el que viajaba.

Las peticiones del secretario de Estado de EE UU, Colin Powell, a los israelíes en las que solicitaba gestos de buena voluntad de carácter humanitario, que dieran confianza a los palestinos y sirvieran para poner en marcha el plan de paz, cayeron en saco roto. Las autoridades israelíes, que, horas antes, habían anunciado el levantamiento del cerco sobre las ciudades de Cisjordania y de Gaza, la liberación de centenares de presos palestinos y el permiso a los trabajadores para volver a entrar a Israel, apenas tuvieron un gesto amistoso.

Por el contrario, el cerco sobre la sede de la presidencia de Yasir Arafat se reforzó, y el paso por Kalandia -el único puente de comunicación entre Jerusalén y Ramala- quedó cerrado durante horas, mientras las tropas actuaban una vez más en Yenín y Kalkiliya. Y para acabar, el número de presos liberados quedaba reducido exactamente a 61, sobre un censo de cerca de 6.000.

"Israel no está en posición de hacer ahora o en el futuro la más mínima concesión o compromiso que pueda afectar a su seguridad", afirmaba Ariel Sharon, como tratando de justificar tanta mezquindad política con respecto a los palestinos. Pero al mismo tiempo, como si no quisiera cerrar ninguna ventana a la esperanza, anunció "importantes medidas humanitarias" para los próximos días, que serán concretadas tras una entrevista, aún sin fecha, con el primer ministro palestino, Abu Mazen, y su reunión con el presidente George W. Bush en Washington, prevista para el 20 de mayo.

La misma actitud reticente y de bloqueo desprendió la reunión de Powell con Abu Mazen en Jericó. La petición del secretario de Estado de EE UU reclamando mano dura contra los grupos extremistas que lideran la Intifada quedó sepultada por una oleada de reivindicaciones palestinas: la puesta inmediata y sin más discusiones de la Hoja de Ruta, la liberación de sus presos políticos, el fin del cerco a sus ciudades, la reanudación de su comercio, la libertad de movimiento para Yasir Arafat y, sobre todo, la "paralización absoluta" de la colonización.

"Estas negociaciones no nos satisfacen; la posición de Israel con respecto a la Hoja de Ruta es negativa", aseguraba a modo de balance, de forma radical y tajante, el ministro de Asuntos Gubernamentales, Yasir Abeb Rabbo, mientras acusaba nuevamente a Ariel Sharon de rechazar implícitamente el plan de paz, iniciando una operación de estratégicos aplazamientos y demoras.

Israelíes y palestinos mantuvieron ayer una reunión secreta de alto nivel sobre seguridad, según informó la radio pública israelí, citando a importantes dirigentes políticos en Jerusalén. En la reunión, Israel estuvo representado por el general Amos Gilad, coordinador de las actividades israelíes en los territorios palestinos, señaló la radio, sin mencionar el lugar en que se celebró el encuentro. Por su parte, los palestinos estaban representados por el jefe de los servicios de seguridad con rango de ministro, Mohamed Dahlan, según la radio.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 12 de mayo de 2003