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Separatistas chechenos matan a 40 personas en un ataque con camión bomba

El presidente Putin asegura que no permitirá la quiebra del proceso de normalización

Un ataque suicida de la guerrilla separatista causó ayer al menos 40 muertos y dejó más de 100 heridos en la ciudad de Známenskoye, al norte de Chechenia. Cuando en la pequeña república norcaucásica eran cerca de las diez de la mañana -dos horas menos en la España peninsular-, un camión lleno de explosivos embistió las barreras colocadas a la entrada del complejo gubernamental local y estalló de inmediato. La fuerte explosión destruyó casi completamente la sede de distrito del Servicio Federal de Seguridad y causó serios daños a nueve viviendas vecinas.

En la cabina del camión viajaban dos supuestos suicidas, el chófer y otro hombre, cuya identidades aún no han sido establecidas. El atentado demuestra una vez más que las fuerzas federales, aunque oficialmente vencieron a los separatistas hace tres años, no controlan la situación en numerosas partes de Chechenia. Ajmad Kadírov, que encabeza en Grozni el Gobierno prorruso impuesto desde el Kremlin, reconoció que ni los militares ni las fuerzas de seguridad locales están en condiciones de neutralizar las acciones de la guerrilla independentista.

"Debemos aumentar la vigilancia y ser más responsables para no permitir que vehículos llenos de explosivos puedan pasearse por el territorio de la república. ¿De dónde salió el camión con dinamita? ¿Cómo logró llegar a Známenskoye? Tengo muchas preguntas sin respuesta", señaló Kadírov sin ocultar su estupor y decepción ante la impotencia del régimen que encabeza.

La explosión, que según el secretario del Consejo de Seguridad de Chechenia, Rudnik Dadáyev, dejó un cráter de cinco metros de profundidad y 14 metros de diámetro, causó destrucciones en un radio de 500 metros. Entre las 35 personas que oficialmente perecieron en el ataque suicida -algunas fuentes dan más de 40 muertos- hay por lo menos 10 agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB, el heredero de la KGB), organización que oficialmente dirige la llamada "operación antiterrorista" en Chechenia. Con este eufemismo, el Kremlin se refiere a la larga guerra que mantiene desde hace años contra los separatistas chechenos.

El director de los servicios secretos rusos, Nikolái Pátrushev, confirmó que "hay víctimas entre los miembros de las estructuras de seguridad y defensa", pero recalcó que la mayor parte de los muertos son civiles.

La guerrilla independentista ya utilizó a kamikazes en el anterior atentado de envergadura que realizó en Chechenia: a fines de diciembre, dos combatientes suicidas -uno al volante de un camión y otro al de un jeep- burlaron los numerosos controles de Grozni y llegaron hasta la sede del Gobierno prorruso, donde hicieron estallar sus vehículos con casi dos toneladas de explosivos. Al menos 72 personas perecieron.

El presidente ruso, Vladímir Putin, declaró ayer en una reunión con los principales miembros del Gobierno que con atentados como ése los separatistas pretenden hacer fracasar el proceso de normalización de la situación política que se está desarrollando en Chechenia. "No podemos permitir que eso ocurra y no lo permitiremos", dijo.

El líder ruso se refería al proceso comenzado a fines de marzo, cuando en Chechenia se celebró un referéndum que aprobó una Constitución -especie de estatuto autonómico-, la cual permitirá realizar tanto elecciones para un Parlamento local y un presidente republicano, como firmar un tratado de división de facultades entre el centro federal y el Gobierno de Grozni.

En el corazón de la Chechenia prorrusa

El atentado de ayer se distingue de otros ante todo por el lugar que eligió la guerrilla para cometerlo. Ese distrito del norte de Chechenia está habitado por prorrusos, donde los separatistas nunca han sido populares. De esa zona proviene Doku Zavgáyev, quien combatió al líder independentista Dzhojar Dudáyev y encabezó el Gobierno prorruso durante la primera guerra, así como muchos otros altos dirigentes leales al Kremlin.

En opinión de Kadírov, los separatistas decidieron organizar el "acto terrorista" en Známenskoye para dar la impresión de que tienen una sólida presencia en esa zona, que ha sido hasta ahora la más estable de Chechenia.

El Gobierno de Grozni acusó al presidente independentista, Aslán Masjádov, de estar detrás del sangriento atentado de ayer. "Después del referéndum del 23 de marzo, la base social de los separatistas disminuyó notablemente, pero ellos quieren demostrar por todos los medios a su alcance que todavía son fuertes y que están decididos a continuar su inútil guerra", dice un mensaje de Kadírov.

Un portavoz de Masjadov, sin embargo, desmintió cualquier vinculación del ex presidente checheno con el atentado. "Masjadov no ha dicho jamás que apoya el terrorismo. Esos métodos no son aceptables para la resistencia chechena", declaró el portavoz a la radio Eco de Moscú.

La Rusia pos-soviética lanzó su primera guerra contra Chechenia a fines de 1994, y lo que se creía que sería un fácil paseo terminó en septiembre de 1996 con una vergonzante derrota de los militares del Kremlin.

Tres años más tarde, Vladímir Putin, siendo primer ministro, comenzó la segunda guerra, que continúa cobrándose vidas casi a diario. Ayer mismo, resultaron muertos otros dos soldados rusos al hacer explosión una mina de control remoto al paso del vehículo en el que circulaban por el distrito de Grozni.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 13 de mayo de 2003

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