Hasta última hora de ayer mantuvo Carlos Menem la incertidumbre sobre su posible retirada de la campaña presidencial en Argentina. El rumor, alentado por su entorno durante todo el día, estalló por la tarde con la publicación de una supuesta carta confirmando la renuncia. Sin embargo, apenas dos horas después su portavoz de campaña, lo desmentía. A las 2.30, hora española, nadie podía confirmar cuál es la decisión del candidato.
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Esta madrugada, tras la difusión y posterior desmentido de la retirada del ex presidente, éste se encontraba reunido con cargos de su partido en el Hotel Presidente de Buenos Aires. Durante apenas un minuto, salió junto con su candidato a vicepresidente al balcón de la habitación para saludar, sonriente, a multitud de seguidores que, apostados en la calle, coreaban "Menem no se va, Menem no se va". Cargos del Frente por la Lealtad de todo el país fueron llegando en la tarde de ayer hasta el hotel para estar con el candidato.
La renuncia de Menem era tan creíble que fue portada de las ediciones electrónicas de todos los diarios argentinos. La supuesta carta fue publicada en la web del diario Ámbito financiero, un medio tan próximo a Menem que prácticamente hacía oficial su contenido. Sin embargo su portavoz, Jorge Azcarate, afirmó anoche rotundamente que "la carta que se está difundiendo (sobre la renuncia de Menem) es falsa".
"Si el voto es contra Menem, les ahorro el trámite. Menem no estará para convalidar ese vaciamiento de contenido programático de una elección democrática". Así de rotunda se expresaba la carta con la que ayer Menem supuestamente había renunciado a perder unas elecciones por primera vez en su carrera. El ex presidente argentino y dejaba vía libre para que su adversario Néstor Kirchner, también peronista, sea el próximo presidente de Argentina.
"Basta de antinomias", reclamaba Menem. La supuesta renuncia fue acogida con sorpresa por sus seguidores e indignación por los adversarios. "Ahora, sin mi presencia tan conflictiva y contaminante, no habrá excusas. Deberán gobernar y demostrar que son mejores. A tanto tiempo de distancia, ni siquiera podrán echarme la culpa de ser la causa de los males, como ahora", señala Menem en su mensaje.
La renuncia de Menem era un secreto a voces desde por la mañana. La jornada amaneció con el peor tono para el ex presidente, con la difusión de tres nuevas encuestas que pronosticaban una victoria de Kirchner por más de 40 puntos de diferencia. La suspensión a primera hora de las actividades previstas en la agenda y la reunión con su hermano, el senador Eduardo Menem, y su compañero de fórmula, el gobernador de Salta, Juan Carlos Romero, fueron los síntomas de que algo se cocía en la candidatura menemista.
Las horas siguientes fueron una cascada de rumores, mientras el hotel Presidente de Buenos Aires era un hervidero. Todavía los principales medios informativos argentinos debatían sobre las más diversas especulaciones cuando apareció en Internet el mensaje de Menem, en el que se presenta como víctima de "una nueva antinomia". "Hoy es Menem o antimenemismo", dice el ex candidato. "Nada nuevo: ya fue Perón o antiperonismo, Yrigoyen o antiyrigoyenismo... y otros tantos antis que sólo sirvieron para que la ceguera y el odio se abrieran paso entre la comunidad y nos arrojara a otra inevitable frustración nacional".
La carta concluía con una afirmación rotunda: "Menem no es un conspirador". Y con un aviso para navegantes: "Siempre he ganado las batallas con el corazón y el pecho abiertos. Y, si Dios me da vida, los esperaré en la próxima, cuando las manipulaciones y los prejuicios no les sirvan de programa político para intentar ganarme".
"Capaz de cualquier cosa"
Por la mañana el candidato Néstor Kirchner, enterado de los rumores dijo que Menem era "capaz de cualquier cosa", pero advirtió de que la renuncia de Menem a disputar la segunda vuelta electoral sería "un daño muy duro para la Argentina". Kirchner recordó que fue Menem quien "impulsó el sistema de ballottage en la reforma constitucional de 1994". Por su parte, el presidente Eduardo Duhalde, quien había pronosticado que Menem finalmente perdería "por abandono o por nocaut", dijo ayer que la posible renuncia sería un acto de "irresponsabilidad histórica".
A última hora de la tarde, cuando ya se había difundido el texto de la carta donde Menem explicaba sus razones, algunos dirigentes políticos seguían desconcertados y dudaban. El propio Kirchner comparó a Menem con el ex presidente Fernando de la Rúa, que renunció al cargo a finales de 2001. Según el candidato del Frente para la Victoria, "cada uno sabe cuáles son las responsabilidades que tiene en este momento, pero los que más responsabilidades han tenido en el país se suelen escapar. Si se diera en este caso, estaría pasando lo mismo".
Para Federico Storani, ex ministro del Interior y líder de la debilitada Unión Cívica Radical que aún conserva el control de 656 gobiernos municipales y cuatro de provincias, "si es verdad que Menem renunció sería un grave acto de irresponsabilidad política. Esa decisión puede afectar la gobernabilidad y golpea duramente a las instituciones en el momento en que el país y la dirigencia en general comenzaba a remontar el abismo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de mayo de 2003