Manuel Chaves reprochó ayer al Partido Popular de Andalucía el que "nunca se haya puesto del lado de los intereses de los andaluces", como demuestra, a su juicio, la posición mantenida por los populares en la tramitación del decretazo, la negociación de transferencias a la Junta o la guerra contra Irak. Fue en el mitin celebrado ayer en Sevilla con el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, en apoyo del candidato socialista a la alcaldía, Alfredo Sánchez Monteseirín, uno de los más deslucidos y destartalados de los organizados en la agrupación socialista sevillana.
MÁS INFORMACIÓN
El PSOE suele presumir de la potencia de los actos electorales que organiza en Sevilla, una agrupación y ciudad que siempre ha acogido con mucho calor a todos los líderes de ese partido, más aún cuando eran los sevillanos Felipe González y Alfonso Guerra. El de ayer fue uno de los mítines más desteñidos de los celebrados, no sólo porque no se cubrió las expectativas de público -fue por la mañana-, sino por el lugar escogido, una nave del Palacio de Exposiciones y Congresos, donde la reverberación del sonido hacía casi imposible escuchar a los dirigentes socialistas a no ser que se estuviera pegado a un altavoz. Además, la protesta de los trabajadores de la limpieza de la localidad de Tomares -durante la intervención de Zapatero, que acapara más focos informativos- provocó un cierto barullo, que duró algunos minutos.
El PSOE de Sevilla esperaba reunir a entre 5.000 y 6.000 personas y asistieron unas 4.000, oficialmente un millar más. Según un portavoz socialista, se pensó en alquilar El Palenque, pero su aforo (unas 2.000 personas) lo desaconsejó y el otro sitio cubierto -Sevilla pasó ayer de los 30 grados- era el palacio de Deportes, donde jugaba el Caja San Fernando.
Pese a todo, tanto Chaves como la vicesecretaria general, Mar Moreno, apelaron a la "relación intensa" entre Sevilla y los socialistas. "Toda Andalucía espera y desea una nueva lección electoral de Sevilla", aseguró Moreno.
El AVE a Granada
Chaves aprovechó su intervención para reprochar a los populares andaluces el que "nunca se hayan puesto del lado de los ciudadanos de Andalucía". Ni cuando el Gobierno central aprobó el decretazo, ni a la hora de negociar el traspaso de competencias, aseguró. El presidente andaluz puso además otro ejemplo de lo que considera un trato discriminatorio con la comunidad: la construcción de la línea de alta velocidad Bobadilla-Granada, para la que el ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, ha defendido que se financie a partes iguales por las Administraciones central y autonómica.
Según el socialista, Álvarez Cascos ha tenido que "tragar" con el proyecto, al que se oponía, aunque a cambio de que la Junta financie el 50% de su coste. "El AVE Madrid-Sevilla lo pagó íntegramente el Gobierno de Felipe González", atronó Manuel Chaves. La cita del ex presidente del Gobierno provocó fuertes aplausos y que ondearan cientos de banderas en el recinto. El presidente de la Junta reprochó al Ejecutivo de la nación el que no haya pedido a los gobiernos de Cataluña y Comunidad Valenciana que asumieran el pago de las líneas que llegan a esas comunidades.
Zapatero también insistió en el trato "sectario" que, a su juicio, dispensa el Ejecutivo de la nación a Andalucía, sólo por el hecho de que esta comunidad "no ha apoyado ni apoyará" a la derecha.
Chaves, como ya hiciera en el primer día de campaña, pidió el voto para impedir que la ciudad de Sevilla, "como cualquier otra", pueda convertirse en un gran mercado de suelo. "En la ordenación urbanística deben garantizarse los principios generales, no los particulares", afirmó.
En esta línea abundó el candidato a la reelección Alfredo Sánchez Monteseirín, aunque, al contrario de días atrás, sin citar expresamente a sus coaligados andalucistas. Monteseirín, quien dijo que "se hizo alcalde" para ayudar a los menos favorecidos, pidió el voto "frente al poder del dinero y de los especuladores".
Mar Moreno tampoco se refirió a los andalucistas, pero sí expresamente a los populares. "Con los alcaldes del PP, los especuladores hacen su agosto. Aznar se siente en el cielo, cuando sus alcaldes le manejan bien el suelo".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de mayo de 2003