"Fue un viaje que preparé para el puente de noviembre de Todos los Santos a Jerez, Sanlúcar de Barrameda y la zona de Doñana. Me encantó la desembocadura del Guadalquivir con unos paisajes insólitos y unas puestas de sol maravillosas frente a las marismas de Doñana. Por supuesto, aproveché la visita para comer pescaíto frito en El Bigotes. Después, en Semana Santa me fui a Guadarmar del Segura (Alicante), un lugar que suelo frecuentar en verano y algunos fines de semana".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 18 de mayo de 2003