"Barajas tiene pocas necesidades, pero todavía debe mejorar mucho", asegura Gabriel Guerrero. Para este jefe de cocina de 44 años, a su barrio le faltan zonas verdes. Se queja también "del estado de las calles, sobre todo de los bordillos y aceras, y de las obras interminables que no parecen seguir ningún plan urbanístico".
¿La vivienda? "Eso es una barbaridad y me parece prioritario arreglar ese problema", explica Guerrero. Vive de alquiler y el precio de su piso le parece "elevadísimo" para las comodidades que ofrece.
Denuncia, asimismo, que Barajas "no está bien comunicado con los hospitales" y que los autobuses "dan muchas vueltas para llegar al centro de Madrid".
En cuanto a las elecciones, todavía no ha decidido su voto, pero recalca que "el elegido tiene que hacer su trabajo en cuatro años". Lo que sí tiene claro es que no va a votar "al que está".
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"Me convence el Partido Socialista, pero me gustaría que fuera más organizado", reflexiona.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 19 de mayo de 2003