"Nos parece esencial corregir esos comportamientos, pero no con sanciones que paguen los padres, sino que supongan un esfuerzo para el infractor. Por tanto, proponemos que los infractores realicen en su tiempo libre actividades al servicio de la sociedad, así como desarrollar políticas activas que permitan la adecuada utilización de los ciclomotores, evitando con ello el traslado de los malos hábitos de circulación a los conductores del mañana".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 2003