Un temblor de tierra en las Islas Baleares causado por un terremoto con epicentro en Argelia causó pánico entre la población del archipiélago, que salió masivamente a la calle al notar el terremoto. El seísmo tuvo lugar a las 20.44 y apenas duró 10 segundos. En ese corto periodo de tiempo se movieron los enseres de los inmuebles sin que se conocieran, al cierre de esta edición, edificios afectados ni daños personales. El terremoto alcanzó una intensidad de 6,7 en la escala Ritcher en Argelia a las 18.44. Dos horas después, a las 20.44 horas, el temblor se dejó notar en la comunidad balear, especialmente en la isla de Mallorca, donde la población alarmada colapsó las centralitas de los cuerpos de la Policía Local, Nacional, Guardia Civil, Bomberos y Ambulancias.
El terremoto en las Baleares ha sido de intensidad 4 en la escala Ritcher, y se ha notado especialmente en la capital de Palma de Mallorca y en los municipios de Inca, Manacor, Muro y Sóller.
Muchas personas optaron por salir a la calle en pijama y tardaron en regresar a sus viviendas por temor a otro posible temblor. Algunas personas tuvieron que ser atendidas en centros sanitarios o en ambulancias tras sufrir mareos a consecuencia del temblor.
En el interior de muchos puertos y calas del litoral de las islas Baleares se observaron anoche importantes oleajes esporádicos y súbitos movimientos de la masa de agua, en fenómenos parecidos a las mareas locales (rissagues), con oscilaciones de hasta un metro y medio de altura. Estas situaciones, que provocaron desperfectos en las embarcaciones amarradas, ocurrieron entre una y dos horas después del seísmo.
Un barco rápido, el Ramon Llull, de la compañía Balearia, que navegaba entre Ibiza y Mallorca, observó los efectos de un oleaje "raro" de mar de fondo, sin mayores problemas. Desde los puertos de Cabrera, Cala d'Or, Portocolom, Ciutadella de Menorca, Santa Eulália, Ibiza y Formentera se dio cuenta a los servicios de emergencia de los movimientos marinos vinculados al gran seísmo. El 112 requirió a los medios de comunicación que calmaran a la población, que vivió momentos de alarma y confusión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 2003