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Más de 250 muertos y 1.672 heridos en un fuerte terremoto en el norte de Argelia

Escenas de pánico y de caos en la capital, donde el barrio de Bab el Ued es el más afectado

Un fuerte seísmo de magnitud 6.0 en la escala de Richter, según el Instituto Geográfico Nacional -EE UU lo eleva a 6.7-, sacudió anoche el norte de Argelia, causando la muerte a 250 personas y heridas a otras 1.672, según las noticias ofrecidas esta madrugada por la radiotelevisión pública de ese país. La región de Ruiba, al este de la capital, Argel, es una de las más afectadas, por un temblor que se notó en el sur de las islas Baleares y en Cerdeña.

El terremoto más fuerte se produjo a las 20.45, hora peninsular española. El epicentro se registró en la aldea de Zemmuri, provincia de Bumerdés, 45 kilómetros al noreste de Argel. La mayor parte de los muertos pertenecen a las localidades de Ruiba y Bumerdés, donde se derrumbaron varios edificios. En Bumerdés se recuperaron 61 cuerpos y en Ruiba, unos 50.

La magnitud exacta no ha sido establecida. Mientras que el Instituto Geográfico Nacional de España la sitúa en 6.0 grados de la escala Richter, el Instituto Argelino de Astrofísica registró 5.2 y fuentes estadounidenses lo elevan a 6.7.

Tras producirse el terremoto se cortó el suministro eléctrico y dejó de funcionar la red telefónica, mientras que la televisión pública, que transmitía el partido entre el Oporto y el Celtic de Glasgow, interrumpió su emisión para pedir calma. Hubo escenas de pánico y algunas personas se lanzaron desde los balcones de sus casas. Esta madrugada, gran parte de la población de Argel seguía acampada en la calle ante el temor de nuevas réplicas. Una primera alcanzó los cuatro grados.

El primer ministro, Ahmed Uyahia, se dirigió a la población por la radio para pedir calma y aseguró que el Gobierno está haciendo lo posible por socorrer a los damnificados. Uyahia formó anoche un gabinete de crisis para canalizar la ayuda, y el ministro del Interior, Yazid Zerhuni, se trasladó al lugar del epicentro para coordinar los trabajos de búsqueda de víctimas.

El ulular constante de numerosas ambulancias se escucharon en la capital mientras trasladaban heridos a los hospitales, donde se acumulan decenas de personas solicitando información de familiares.

Aunque los teléfonos móviles dejaron de funcionar tras el seísmo, la electricidad está siendo restablecida progresivamente. La radio nacional argelina advirtió a la población de que en las próximas horas pueden producirse nuevas replicas del seísmo y pide a la gente que se mantenga en calma.

Cerca del hotel El Djazair donde se alojan habitualmente los periodistas extranjeros destacados en Argel, el corresponsal de la agencia EFE pudo comprobar cómo miembros de Protección Civil extraían cinco cadáveres de una vivienda destruida por el seísmo en la barriada de Belcur. Una mezquita de ese mismo barrio se derrumbó también, así como un número elevado de viviendas del barrio popular de Bab el Ued, uno de los más afectados. Las autoridades están dando consignas a la población a través de la radio para que adopten medidas de precaución ante la posibilidad de que se reproduzcan los temblores.

A los moradores de viviendas en las que se registraron grietas a causa del seísmo se les pidió que no volvieran a sus casas y permanecieran en la calle durante la noche.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 22 de mayo de 2003