El de María de Molina, abierto el pasado 8 de mayo tras 19 meses de obras, ha sido el último de una larga serie de vías de circulación abiertas bajo el subsuelo por el alcalde Álvarez del Manzano: Santa María de la Cabeza, O'Donnell, plaza de Oriente, Ríos Rosas-Cristo Rey, Conde de Casal, Alfonso XIII, República Dominicana, Príncipe Pío. En total, han sido más de seis kilómetros de subterráneo para descongestionar el tráfico desviando los coches al subsuelo. Una de las propuestas más espectaculares de la campaña de Ruiz-Gallardón ha sido el enterramiento de cuatro kilómetros de la M-30. Para la misma vía, Trinidad Jiménez plantea un túnel que suprimirá el paso elevado que existe actualmente en la zona de Vallecas. Inés Sabanés es la única que se muestra contraria a la construcción de más túneles.
"Acometeré todas aquellas obras de infraestructura que sean necesarias para Madrid. El debate no está en hacer o no hacer túneles, sino en que todas las obras que se hagan en beneficio de la capital formen parte de un plan estratégico y de un diseño de ciudad que favorezca la movilidad y mejore la calidad de vida".
"Y, desde luego, tiene que hacerse una buena planificación previa de las obras de modo que se eviten las molestias a los ciudadanos. Yo he propuesto un túnel en Vallecas para suprimir el paso elevado de la M-30; una solución semejante a la que nos permitió desmontar el paso elevado de la glorieta de Atocha".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 23 de mayo de 2003