La campaña del orgullo rojo ha terminado. Hasta mañana no se sabrá qué resultados producirá, pero de momento ha servido para que Izquierda Unida recupere, al menos internamente, parte de la ilusión y la fuerza del pasado. Este mensaje ha atravesado todos los mítines de Gaspar Llamazares. Ayer, en el último de ellos, en Madrid, añadió un llamamiento al voto "rebelde, no sumiso", especialmente de los jóvenes. Si acuden a votar como antes fueron a las marchas contra la guerra, la derrota del PP está servida, sostiene. Llamazares parafraseó a Zorrilla para tratar de demostrar que IU está fuerte: "Los muertos que vos matáis gozan de muy buena salud".
"El Partido Socialista bizquea hacia la derecha cuando tiene mayoría absoluta"
"Pido el voto para IU porque se lo merece. Porque siempre ha estado donde había que estar"
"La campaña caqui, obscena, testicular del Partido Popular ha sido derrotada"
Por eso Llamazares les pidió que vayan a las urnas a votar a la izquierda -muchas veces hace esta petición en genérico, incluyendo así al PSOE, otras directamente solicita la papeleta para IU- para impedir que el PP, y sobre todo su líder, José María Aznar, use las elecciones "para limpiar sus manos manchadas de la guerra, el Prestige o el decretazo".
Para diferenciarse de PSOE, algo imprescindible si IU quiere evitar el voto útil que tanto daño le causó, Llamazares afirmó que IU es una "alternativa a la campaña del miedo del PP pero también a la nostalgia del PSOE, que bizquea hacia la derecha cuando tiene mayoría absoluta". Por si estos argumentos no servían, el coordinador general recurrió a uno extremo: "Pido el voto para IU porque se lo merece. porque siempre ha estado donde había que estar".
Tras un fugaz paso por Sevilla, que cerró su campaña andaluza -también visitó Granada, Córdoba y Málaga-, el líder de la federación hizo su mitin final en el parque de Las Vistillas en Madrid, ante más de 4.000 personas, junto al candidato a la Comunidad, Fausto Fernández, y la cabeza de lista a la alcaldía, Inés Sabanés. Se añadía un concierto de Kiko Veneno, quien no pudo actuar al no estar preparado el escenario. En su defecto lo hizo Ismael Serrano. El público coreó gritos habituales de las manifestaciones contra la guerra, incluido el de "Esto nos pasa por un Gobierno facha" y otros históricos como "No pasarán".
Madrid marcará el éxito o fracaso de IU en estas elecciones, asumen sus dirigentes, y tal vez el de la izquierda en general. Las expectativas de IU pasan por repetir los resultados de 1999 o lograr un ligero crecimiento. Todo gracias a la movilización contra la guerra, ya que sus dirigentes admiten que hace unos meses estaba en riesgo alcanzar el 5% a nivel nacional, barrera a partir de la cual una fuerza se convierte en marginal. Pero el éxito se medirá más bien por el deterioro del PP. Si cae lo suficiente como para perder la Comunidad de Madrid, IU entraría en ese Gobierno, lo que significaría pasar de las catacumbas al poder en la institución más importante.
Otros lugares donde la coalición tiene alguna expectativa, son algunas grandes alcaldías andaluzas -además de aumentar el apoyo de Rosa Aguilar en Córdoba-, el Ayuntamiento de Palma de Mallorca y la Comunidad de Navarra, eso sí, siempre que el PSOE aceptara pactar también con el PNV. IU pasaría así de la pequeña fuerza que era en 1995, a eje y llave de multitud de instituciones. Ya comenzó ese camino en 1999, y ahora pretende culminarlo. Donde gobierna las expectativas son buenas.
Llamazares se ha mostrado cada vez más optimista, sobre todo porque la recta final ha sido en Andalucía con actos multitudinarios y una clara demostración de poder en Córdoba. Ayer insistió en la idea de victoria: "La campaña caqui, obscena, testicular del PP ha sido derrotada". Para mover a los abstencionistas, un mensaje: "Recordad Argentina. Cuando la gente dice que se vayan todos, al final se quedan los mismos mangantes de siempre".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 24 de mayo de 2003