Ignacio Díaz, concejal socialista de Madrid, portavoz del grupo de Renovadores por la base, y mano derecha del líder de ese colectivo, José Luis Balbás, afirmó ayer que el pasado martes, tras la traición de sus compañeros Enrique Tamayo y Teresa Sáez, presentó su dimisión al secretario general de la Federación Socialista Madrileña, Rafael Simancas. Díaz exigió ayer a Tamayo y Sáez que devuelvan las actas de diputado.
"Esto no se puede hacer. La lealtad es lo primero y lo que han hecho es una estafa"
Ignacio Díaz realizó sus manifestaciones en el patio de Cristales del Ayuntamiento de Madrid instantes antes de que un pleno extraordinario pusiera fin al actual mandato de la corporación. El portavoz de los llamados Renovadores por la base está considerado el número dos de esa corriente socialista y "hasta ayer" amigo de Enrique Tamayo, uno de los diputados socialistas que abandonaron el pleno de constitución de la Asamblea regional dejando la presidencia de ese órgano en manos del PP.
Díaz se desvinculó totalmente de Enrique Tamayo incluso en el terreno personal. "No hablo con él desde el viernes. Ha hecho lo peor que para mí se puede hacer: atacar al partido socialista. ¿Cómo voy a aguantar yo esto? No he pertenecido nunca más que al partido socialista, que es al que perteneció mi padre, y cualquier cosa que se haga contra el partido se hace contra mí", enfatizó Díaz.
Previamente, el portavoz de Renovadores por la base aprovechó la presencia de los medios de comunicación en la Casa de la Villa para dirigirse a Tamayo y pedirle "expresamente" que devuelva el acta de diputado. "Exijo que la representación que el pueblo dio el 25 de mayo al partido socialista la tenga el partido y no alguien que representa a no se qué cosa", afirmó Díaz.
El edil negó a continuación que tanto Tamayo como Teresa Sáez Laguna, que también se ausentó de la Asamblea, pertenezcan a la corriente liderada por Balbás ya que "los Renovadores por la base se acabaron en el 35 congreso del PSOE". "Si representan a alguien, que digan a quién", remachó.
Con gesto de desolación y visiblemente afectado, Díaz explicó que el pasado martes por la tarde, tras la espantada de sus ex-compañeros, puso a disposición de la Federación Socialista Madrileña todos sus cargos. Díaz es, actualmente, vocal en la ejecutiva de la FSM donde anteriormente tuvo encomendada la Secretaría de Organización.
Los Renovadores por la base cuentan en el Ayuntamiento de Madrid con dos concejales: Ignacio Díaz y Teresa Hernández. Ésta se manifestó en similares términos que a su portavoz. "Los Renovadores por la base se disolvieron como tal sensibilidad. Lo que pasa es que la prensa sigue llamándonos así, pero la corriente está disuelta y, desde luego, todos somos leales al secretario general de la FSM, Rafael Simancas, y al secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero".
Golpe para el socialismo
La edil calificó la actuación de Enrique Tamayo y Teresa Sáez de "golpe brutal para el socialismo". "Esto no se puede hacer a un socialista. La lealtad es lo primero y lo que han hecho es una estafa a los ciudadanos. Estoy indignada", afirmó Teresa Hernández. "Por ello, les pedimos y exigimos que devuelvan las actas de diputados", concluyó la concejal.
Eustaquio Jiménez, diputado regional y adscrito también al sector de Renovadores por la base, calificó de "indignidad" la actuación de Tamayo.
Díaz equiparó la indignidad de Enrique Tamayo y Teresa Sáez con la actuación del PP. "También me parece indigna la posición del Partido Popular de aprovecharse de esta situación para gobernar lo que no le corresponde y que ha perdido en las urnas". En cuanto a los posibles pactos con Izquierda Unida, argumento esgrimido por Tamayo para ausentarse del Parlamento regional el primer día de constitución de la Mesa de la Cámara, Díaz recordó que la ejecutiva regional y el comité regional de la FSM-PSOE los aprobaron por unanimidad.
Matilde Fernández, portavoz adjunta del PSOE en el Ayuntamiento de Madrid, se mostró partidaria de que actuaciones como las protagonizadas por los dos diputados socialistas se incluyan en el Código Penal por lo que suponen de fraude al electorado. "Habrá que replantearse si las actas son de los diputados o de los partidos y habrá que plantearse incluso si determinadas actuaciones tienen que estar en el Código Penal como los fraudes económicos y medioambientales", afirmó.
Matilde Fernández, que desde ayer ha abandonado la política activa, se mostró crítica con el sistema seguido en la elaboración de las listas electorales. "Los partidos políticos tenemos que ser más exigentes e intentar impedir estos lobbies de presión que consiguen colocar en las listas a personas que luego no responden a las expectativas", explicó la ex ministra de Asuntos Sociales. "Si las listas son cerradas no tiene ni pies ni cabeza que luego las actas sean personales", concluyó Fernández.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003