"Nuestra voluntad política es que la mejor solución es convocar de nuevo las elecciones" en la Comunidad de Madrid, aseguraron ayer en la dirección del Partido Popular. El objetivo es que quede "meridianamente claro" que el PP "no tiene nada que ver ni quiere saber nada" de los dos expulsados del PSOE, Eduardo Tamayo y Teresa Sáez, y no quiere "depender" del voto caprichoso de ambos los próximos cuatro años. Por ello, el PP se plantea convocar elecciones anticipadas en otoño aunque Esperanza Aguirre sea investida presidenta con una eventual abstención o ausencia de los expulsados.
El PP cree que lo "mejor" para "recuperar" el crédito político de la Asamblea de Madrid y para dar "estabilidad" al Gobierno madrileño de los próximos cuatro es que se convoquen de nuevo las elecciones en la Comunidad. Para ello, el PP analiza el Estatuto de Autonomía y el Reglamento de la Asamblea de Madrid para buscar la mejor solución legal "sin hacer cosas raras".
El PP se plantea también ofrecer al PSOE que esa solución sea pactada para que la convocatoria de elecciones anticipadas deje claro que ambos partidos "repudian" la actitud de los dos ex socialistas. Los populares consideran que "la estabilidad" es un valor fundamental para la gobernabilidad y esa cualidad es difícil de mantener si el gobierno de la Comunidad de Madrid depende del voto de dos tránsfugas.
De entrada, existe la posibilidad de que ni Esperanza Aguirre ni Rafael Simancas logren la investidura como presidente de Madrid. Aguirre no lo sería si votan contra ella todos los diputados del PSOE, todos los de IU y los dos ex socialistas. Tendría 56 votos en contra frente a los 55 de su partido. Pero sí podría ser investida, en segunda vuelta, con la abstención o la ausencia de los expulsados, pues los 55 del PP le darían la mayoría simple.
Simancas, mientras, sólo podría lograr la investidura si además de votarle los ahora 45 diputados socialistas y los nueve de IU, también le otorgaran su confianza los dos expulsados del PSOE, pues entre todos suman 56 escaños. Es decir, el voto de los dos tránsfugas es la llave, el PP no quiere gobernar con ese lastre y ofrecerá al PSOE que se una a su iniciativa para repetir las elecciones en otoño.
Aznar: "Lo resuelven ustedes"
En todo caso, si ni Aguirre ni Simancas logran la investidura, la convocatoria de elecciones será automáticamente en otoño. Durante dos meses, se tendrían que celebrar plenos sucesivos para intentar la investidura. La presidenta de la Asamblea, Concepción Dancausa, convocaría esas elecciones después de esos dos meses de votaciones fallidas, a contar a partir de la próxima semana.
Gaspar Llamazares, líder de IU, aprovechó ayer su pregunta en la sesión de control al Gobierno para espetar a José María Aznar: "¿Va usted a gobernar con tránsfugas la Comunidad de Madrid? El presidente del Gobierno replicó: "Los problemas que tengan ustedes, los resuelven ustedes".
Ésa es la respuesta oficial del PP: es el PSOE y, por extensión, lo que Aznar denomina "coalición socialcomunista", quien tiene un problema, quien tiene que resolverlo y quien, según los populares, está intentando "endosárselo" al Partido Popular.
El PSOE ha reclamado a sus dos tránsfugas que entreguen su acta de diputado. Si ambos lo hicieran, todo volvería al punto de partida. Es decir, en el pleno de la próxima semana prometerían o jurarían su cargo dos nuevos diputados socialistas, los números 48º y 49º de la lista, y Simancas podría ser investido con los votos del PSOE y de IU.
Pero en la "peor" de las hipótesis para la "estabilidad", es decir, que Aguirre o Simancas logren la investidura gracias a la abstención o al voto de los dos tránsfugas, el PP defiende la convocatoria de elecciones anticipadas en otoño apoyándose en el artículo 21.2 del Estatuto de Autonomía de Madrid.
Junto a las catalanas
Y así lo promoverá Aguirre si es investida presidenta para evitar depender de los tránsfugas. El Estatuto faculta al presidente de la Comunidad de Madrid a disolver la Asamblea y convocar elecciones anticipadas con tres limitaciones: no podrá hacerlo en el primer periodo de sesiones, ni cuando sólo falte un año para terminar la legislatura, ni cuando estén convocadas elecciones estatales. Los periodos de sesiones van de febrero a junio y de septiembre a diciembre. Ambos, en todo caso, son ampliables durante los meses inhábiles de julio, agosto y enero. Se trata de que éste sea el primer periodo de sesiones -para lo que hace falta que se celebre un pleno ordinario- y convocar en el segundo, en otoño, las elecciones en Madrid. Éstas podrían incluso coincidir con las catalanas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 12 de junio de 2003