La Guardia Civil detuvo ayer al capitán del barco de Greenpeace Rainbow Warrior, Joel Stewart, y a cinco activistas que habían permanecido todo el día encadenados a un buque procedente de Camerún y que se hallaba ante la entrada del puerto de Valencia para denunciar la tala ilegal de madera tropical.
Greenpeace ocupó el Honour de madrugada e intentó sin éxito confirmar su sospecha de que lleva madera procedente "de la destrucción y la tala ilegal de los bosques africanos". La Guardia Civil abordó pasadas las 17.00 el Rainbow Warrior por "obstaculizar" a sus patrulleras, detuvo al capitán y luego a los encadenados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 14 de junio de 2003