El verano empezó ayer oficialmente a las 20.10 horas. Pero desde hace dos semanas, la región vive temperaturas excesivas que ayer alcanzaron uno de sus días más calurosos. Varios termómetros de la capital marcaron al mediodía más de 40 grados.
Los turistas paseaban con cara de agobio por el centro histórico de la capital y los vendedores de abanicos y botellas de agua hicieron su agosto. El Samur-Protección Civil recomienda especiales atenciones hacia las personas mayores y los niños para protegerles de los efectos de la ola de calor. "Es recomendable que estén en la sombra y que beban mucho líquido", explicó un portavoz del servicio de emergencias.
Parques como el Juan Carlos I o el de La Vaguada en la capital o el de Arroyo de la Vega (Alcobendas) se llenaron ayer de gente en busca de cobijo a la sombra y de perros sueltos jadeando con la lengua fuera. Algún vecino, incluso, se atrevió a hacer deporte. "He salido a correr a las diez de la mañana y ya hacía un calor insoportable, como si fueran las tres de la tarde. Parecía que el asfalto se derretía", explicó ayer Ángel Gómez, de 28 años y vecino de Alcobendas.
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Las altas temperaturas hicieron también que las 26 piscinas municipales de la capital se llenaran de bañistas. Según un portavoz del Instituto Municipal de Deportes (IMD), la afluencia de público se ha duplicado este año respecto al mes de junio del año pasado.
"Los primeros 15 días de junio hemos tenido, en total, una asistencia de unas 320.000 personas, el doble que el año pasado", explicaron fuentes del IMD, que recordaron que en junio del pasado año las temperaturas fueron mucho más bajas. Algunos días, incluso, se han batido marcas de asistencia con más de 46.000 visitantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 22 de junio de 2003