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CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Bravo dice que sólo tiene 3.000 metros y pide que se le excluya de la querella

El empresario de la construcción Francisco Bravo, supuestamente relacionado con la trama inmobiliaria de la localidad de Alcorcón (Madrid) y vinculado al tránsfuga Eduardo Tamayo, pidió ayer a la Fiscalía de Madrid y al PSOE que retiren las querellas abiertas contra él. "Les ruego desde el punto de vista personal que relean la querella, que revisen todo mi expediente y que concluyan excluyéndonos de la querella a mí y a mi tío [el también empresario inmobiliario Francisco Vázquez]", señaló Bravo a los micrófonos de la Cadena Cope.

El promotor, al que la fiscalía acusa de haber comprado terrenos rústicos en Alcorcón sabiendo que se iban a recalificar, aseguró que sólo dispone de un terreno "insignificante" de 3.000 metros cuadrados que adquirió por 15 millones de pesetas en mayo de 2000.

"No hay trama"

El promotor se dirigió también al PSOE para pedirle que lo excluya de sus querellas, en las que figura vinculado a la traición de los diputados Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez. "Al final se demostrará que no hay trama ni nada", indicó Bravo. El empresario dijo desconocer lo que preparaba su amigo Tamayo el día anterior a la elección de la mesa de la Asamblea, a pesar de que Tamayo lo telefoneó para que le reservara una habitación de hotel para esa fecha.

También negó el promotor, afiliado al Partido Popular en Villaviciosa de Odón, que las afiliaciones de familiares, amigos y trabajadores de sus negocios fueran "un desembarco" para favorecer sus negocios. Sí reconoció, en cambio, su visita a la sede del PP para intentar lograr un pacto con el edil independiente de Sevilla La Nueva Juan Antonio Teresa a fin de intentar arrebatar al PSOE la alcaldía de esa localidad. Bravo permaneció, según su relato, "un minuto" en la sede.

El empresario de la construcción aseguró que habló con el "señor Balbás" después de la defección de los diputados Tamayo y Sáez, para preguntarle "qúe estaba ocurriendo". Según Bravo, el líder de la corriente de los Renovadores por la base le dijo "que era un asunto absolutamente político" y que el promotor no tenía "nada que ver".

El promotor, que aseguró tener amigos entre los altos cargos del PP, del PSOE y de IU, afirmó que no teme una hipotética reforma de la Ley del Suelo, en el caso de que los partidos de izquierda lleguen al Gobierno de la Comunidad de Madrid. "Es más, todo el mundo que sepa algo de esto está deseando que haya cierta matización, un cierto cambio en una ley que no es todo lo buena que debería ser", aseveró.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2003