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CRISIS EN LA COMUNIDAD DE MADRID

Los dos tránsfugas de Madrid reaparecen para convertirse en árbitros de la Asamblea

Tamayo y Sáez votan con el PP para garantizarse un puesto en la Diputación Permanente

Se cumplió lo que temía el Grupo Parlamentario Socialista. Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez, los dos diputados del PSOE que dieron la espantada en el pleno de constitución de la Asamblea de Madrid, sí se presentaron ayer a la segunda sesión plenaria convocada para elegir a los miembros de la Diputación Permanente, que sustituirá al pleno durante las vacaciones parlamentarias. Tamayo y Sáez juraron su cargo y votaron junto al PP a favor de la constitución de esa diputación en la que el propio Tamayo obtuvo un puesto como representante del Grupo Mixto.

El PP consiguió una representación de 18 diputados; el PSOE e IU, que votaron en contra, 15 y 3 diputados, respectivamente. Este resultado le otorga al diputado desertor del PSOE, Eduardo Tamayo, la llave para que se puedan obtener mayorías en este órgano.

Los grupos socialista y de IU propusieron una fórmula para evitar que los dos tránsfugas gozarán de los privilegios que el Reglamento otorga al Grupo Mixto y estuvieran presentes en la Diputación Permanente. El Grupo Mixto tiene derecho a los mismos tiempos de intervención que el resto de los grupos de la oposición en los debates parlamentarios. Y una asignación fija de 150.000 euros al año, a la que hay que añadir los 48.000 euros anuales que corresponden a cada diputado.

La fórmula obligaba a modificar el Reglamento de la Asamblea y el PP se negó argumentando que no había tiempo legal para hacerlo porque era necesario elegir a la Diputación Permanente para que el Parlamento regional no se quedara sin gobierno.

El portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Rafael Simancas, afirmó que este resultado demuestra que el PP ha pasado "de ser beneficiario a ser colaborador" de la trama de corrupción que, a su juicio, ha provocado la crisis que se vive en la Asamblea.

Simancas acusó al PP de haber consentido que los tránsfugas hayan podido constituirse en grupo parlamentario y con ello que obtengan todas las ventajas que poseen el resto de grupos en la Cámara, incluida la de tener representación en la Diputación Permanente. Simancas llegó incluso a denunciar que lo ocurrido ayer permite que Tamayo y Sáez puedan estar representados "en los órganos de la Comunidad, como la asamblea general de Caja Madrid".

Renuncia a la mayoría

Por su parte, el portavoz adjunto del PP, Luis Eduardo Cortés, manifestó que la actuación del PP en esta votación no ha sido otra cosa que la "renuncia" de los populares a ostentar "la mayoría en la Diputación Permanente y la Cámara". Cortés defendió el derecho de Tamayo y Sáez de constituirse como Grupo Mixto y recordó que fue el Gobierno socialista de Joaquín Leguina el que amplió los privilegios del Grupo Mixto cuando dos diputados del PP, Nicolás Piñeiro y José Luis Ortiz, se fugaron del grupo y permitieron al PSOE seguir gobernando en minoría la Comunidad de Madrid. El portavoz del grupo de Izquierda Unida, Fausto Fernández, pidió que el programa de la izquierda regional se someta a la sesión de investidura "aunque sea para perder", y aseguró que se demuestra la "conexión clara" entre el PP y los dos tránsfugas.

En el Parlamento regional ya se sabía que los dos desertores acudirían a este pleno. Fuentes socialistas confirmaron que durante la reunión previa al pleno Rafael Simancas confirmó las sospechas: "La presidenta de la Cámara me ha informado de que los señores Tamayo y Sáez acudirán a jurar su cargo en el pleno", dijo el portavoz de los socialistas. A partir de ese momento, el grupo de Simancas comenzó a diseñar la estrategia a seguir en el hemiciclo. Una estrategia orientada a solicitar la suspensión del pleno y una reforma inmediata del Reglamento de la Asamblea para impedir que los tránsfugas pudieran adscribirse a un grupo parlamentario. Las sospechas se convirtieron en certeza ayer a las dos de la tarde. A esa hora entraban en el registro de la Asamblea de Madrid dos escritos firmados por los desertores del PSOE.

En el primero manifestaban su intención de constituirse como Grupo Mixto y en el segundo Eduardo Tamayo manifestaba a la Mesa su intención de ser designado por el pleno como miembro de la Diputación Permanente. Sáez sería la suplente. Lo consiguió.

¡Golfos, sinvergüenzas!

Un coche con los cristales tintados entró al aparcamiento de la Asamblea de Madrid a las 16.45 de ayer. Dentro iba el diputado Eduardo Tamayo. Un grupo de 25 personas que aguardaba en la calle a los tránsfugas gritó: "¡Golfos, sinvergüenzas!". Los que gritaban, sujetaban una pancarta en la que se leía: "En Roma no se paga a traidores. En Génova, sí", en alusión a la sede el PP.

Una vez comenzada la sesión, la presidenta de la Mesa, la popular Concepción Dancausa, pidió a los dos diputados que juraran su cargo, requisito imprescindible para adquirir la plena condición de diputado. En ese momento, todos los miembros del Grupo Socialista abandonaron el hemiciclo, salvo la portavoz adjunta, Ruth Porta, quien siguió ocupando su escaño como prevención de que se pudiera tomar algún acuerdo. "Lo hemos hecho como gesto porque es indignante que estos señores ensucien la Carta Magna y el Estatuto", explicó el portavoz de los socialistas, Rafael Simancas. Los diputados de Izquierda Unida se pusieron en pie y mostraron unas cartulinas en las que habían escrito: "Contra la corrupción y sus instigadores".

Tamayo y Sáez salieron como entraron, entre insultos -"Chorizos, hijos de puta, golfa, sinvergüenza, devuélvenos nuestros votos"- y una lluvia de fotocopias de billetes de 500 euros.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 24 de junio de 2003

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