Ayer se demostró que la ya dura confrontación entre el Gobierno de José María Aznar y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) no tiene límite y puede ir aún más lejos. Sucedió entrada ya la noche, en la réplica del portavoz peneuvista, Iñaki Anasagasti, al presidente del Ejecutivo central. "Usted tiene secuestrado al Rey", dijo Anasagasti. "Usted ha perdido el juicio", respondió Aznar. "Usted nos ha echado de España. No sabemos qué pintamos en esta casa", dijo el portavoz del PNV. "Los únicos expulsados son los que ha asesinado ETA", respondió el presidente.
"Vamos a seguir reclamando el derecho de autodeterminación", remató Anasagasti. "No lo vamos a permitir", respondió desafiante Aznar. El nivel de confrontación fue in crescendo. Anasagasti justificó el plan Ibarretxe como respuesta al "incumplimiento de la Constitución y del Estatuto" por parte del Gobierno de Aznar. Recordó cómo Aznar había incumplido el pacto de investidura de 1996 al no haber desarrollado el Estatuto de Gernika en los términos que planteaba el PNV y en no haber devuelto a este partido su patrimonio histórico.
También precisó que el incumplimiento de la Constitución por parte de Aznar se centra en que no distingue las nacionalidades y las regiones, tal y como refleja la Carta Magna.
En ese punto, el portavoz nacionalista reclamó la intervención del Rey para moderar a Aznar, porque "[don Juan Carlos] no puede tener un papel de tanto sometimiento a los halcones del PP. De lo contrario, este sistema, si hubiera un mínimo debate, tendría fecha de caducidad".
Anasagasti acusó a Aznar de excluirle de la Mesa del Congreso, de la Comisión de Energía, del Consejo de RTVE, del Consejo de Telecomunicaciones y del Consejo General del Poder Judicial. "¿Cómo quiere usted que nos sintamos concernidos en nada si lo suyo no es la integración sino la exclusión?".
Anasagasti recordó a Aznar que los nacionalistas no son ETA, pese a que el Ejecutivo les coloque "en el eje del mal", y se lamentó de que el presidente lleve dos años sin recibir en La Moncloa al lehendakari, Juan José Ibarretxe. "Usted excluye", sintetizó.
Luego reprochó el cierre del diario Egunkaria, la petición del fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, de inhabilitar al presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, por no disolver el grupo de Batasuna, y la ilegalización de esta formación.
El portavoz del PNV finalizó con un llamamiento a Aznar para que reactive el diálogo con los nacionalistas, aunque adelantó: "Es posible que lleguemos tarde, que la comunicación resulte imposible y que España y Euskadi ya no puedan convivir".
Aznar replicó con dureza. Acusó al PNV de "estar instalado en la provocación" y resaltó que "desde las instituciones vascas se sabotea el Estado y se crea una situación imposible".
Insistió en que su Gobierno no permitirá el plan Ibarretxe ni ninguna reclamación de autodeterminación. "La única amenaza a la autonomía vasca es su proyecto", soltó Aznar.
El presidente continuó con su tono bronco. "Su problema no es cómo resolver el terrorismo, sino cómo imponer su proyecto, y a eso no estamos dispuestos. Ustedes son los únicos que amparan en toda Europa a una organización terrorista".
El debate terminó con duros reproches de Aznar a Anasagasti por haber involucrado al Rey en el debate y con una preocupación en el ambiente por las insinuaciones del portavoz del PNV sobre su papel en el Congreso de los Diputados. Algunos diputados del PP lo interpretaron como una amenaza de abandono del Parlamento.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 1 de julio de 2003