En octubre de 1989, poco antes de las elecciones en las que José María Aznar concurrió por vez primera como cabeza de cartel del Partido Popular, declaró: "Quien toma las decisiones y ejerce todas las facultades soy yo, y lo seguiré haciendo tras el 29 de octubre", la fecha de las elecciones. Los periodistas le preguntaron: "¿Y don Manuel Fraga?". Y él contestó: "Don Manuel es el candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia, y el presidente del Partido Popular, que ha delegado todos los poderes en servidor de usted, que los ejerce y los seguirá ejerciendo".
Dos meses después, y tras su primera derrota electoral, Manuel Fraga confirmó que aunque él seguía siendo el presidente del Partido Popular, era Aznar quien tenía ya las riendas del partido. Fraga anunció que el PP iba a celebrar un congreso en la primavera de 1990 para ceder la presidencia del partido a Aznar, pero subrayó que ya era su sucesor quien estaba ejerciendo todos los poderes en el partido. "Yo soy de los que creen que el mando no se puede compartir. Yo lo he ejercido creo que discretamente, pero también efectivamente, y debe tener Aznar las mismas facilidades para hacerlo en los próximos años", declaró entonces Manuel Fraga.
Ya en esas fechas, Aznar hizo saber a los suyos que no quería que se "distrajeran" con cuestiones sucesorias y les reclamó que se ocuparan de "lo prioritario", que entonces eran las elecciones gallegas y no la discusión de los asuntos a tratar en el congreso.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 10 de julio de 2003