El alemán Alexander Bergman, de 24 años, uno de los dos heridos graves de la explosión en el hotel Bahía de Alicante, se recupera en el Hospital General de Alicante. Su imagen ensangrentada saliendo del edificio de la academia de idiomas donde estudiaba español ha protagonizado los informativos de las televisiones y ocupado las imágenes de los periódicos. Ahora está tranquilo y repuesto del susto. Del miedo, dijo, ha pasado a la perplejidad. En una breve conversación con EL PAÍS indicó ayer: "No entiendo cómo nadie nos avisó de que al otro lado había una bomba". Bergman, en el momento de la explosión, daba clases de español en la Academia Sampere, ubicada en el inmueble contiguo al hotel. El joven considera que fue una irresponsabilidad no proceder al desalojo de los edificios anexos, el del PP y el que alberga la academia.
Sin embargo, a pesar de todo, está bien de ánimo. "Me encuentro bien, más tranquilo", apuntó este alemán originario de Hamburgo. En el momento de la deflagración estaba en clase con otros seis compañeros. "Sé que mi amigo holandés ha sufrido heridas, pero no sé cómo está", comentaba sobre el otro herido grave en el atentado.
"Todo sucedió hacia las doce. Escuché un ¡boom! y empezamos a correr hacia la calle y a gritar", explica Alexander. A los pocos segundos se encontró en la calle, sin saber cómo, y lleno de sangre. "En ningún momento supe qué había sucedido". Alexander llegó hace unos cinco días a Alicante con la intención de pasar tres o cuatro semanas para aprender español. Se había matriculado en la academia Sampere y pensaba permanecer en Alicante hasta el 10 de agosto. El objetivo del joven era trasladarse después a Málaga, donde ya había reservado plaza en una academia para continuar con sus clases de castellano. Terminó sus estudios de formación profesional sobre logística de mercancías en Hamburgo. En octubre comenzará su carrera universitaria en su país.
El director médico del Hospital General de Alicante, Rafael Díaz, señaló que Alexander podrá recibir el alta médica dentro de tres o cuatro días.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 24 de julio de 2003