La publicación de uno de los ocho borradores que maneja el lehendakari, Juan José Ibarretxe, ha roto todos los tempos que manejaba el presidente del Gobierno vasco, cuya propuesta de "libre adhesión" a España está emparedada entre tres acontecimientos políticos de primera magnitud: las elecciones autonómicas catalanas, las generales de marzo de 2004 y el relevo de Xabier Arzalluz al frente del PNV. Los contenidos del plan, duramente criticados por el líder de los socialistas vascos, Patxi López, dan al traste con el encuentro que Ibarretxe pretendía mantener con el líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.
El documento conocido esta semana tiene un grado de concreción tal que evidencia con claridad el modelo bilateral, casi de igual a igual, entre Euskadi y el Estado que defiende Ibarretxe. La filtración causó un enfado considerable y no fingido en Ajuria Enea. Ibarretxe deberá negociar y consensuar bajo una presión considerable, interna y externa, con los dos socios de gobierno del PNV, EA y EB-IU, un texto articulado unitario en el mes de agosto.
Pero además ha dado al traste con la posibilidad de que Ibarretxe y Zapatero se hubieran visto las caras en septiembre. En el marco de un seminario celebrado a mediados de julio en El Escorial sobre los retos de la izquierda, una persona del PNV sondeó a Zapatero sobre la posibilidad del encuentro y trasladó el interés del lehendakari en discutir con él sobre el plan y el futuro del País Vasco. La respuesta fue clara: "Quiero hablar ya", asegura este mediador del PNV que le respondió el líder socialista. Y así se lo comunicó al equipo de Ibarretxe.
El lehendakari pretendía, además, sondear a los dirigentes del PSE-EE para evitar la sensación de puenteo. Antes de conocerse el borrador, Patxi López indicaba ya que, como primer paso, el PNV tenía que "desactivar" los enfrentamientos institucionales con poderes del Estado, principalmente el que sostiene el Parlamento con el Tribunal Supremo y el de los Gobiernos central y vasco por el cupo. López consideraba entonces esa condición como el "gesto mínimo" para confiar en el llamamiento al diálogo de Ibarretxe.
Fuentes próximas al líder del PSOE confirmaron el encuentro entre Zapatero y el mediador peneuvista y la voluntad genérica del secretario general favorable al diálogo. Pero precisaron que, "si el calendario político ya era malo, con las elecciones en Madrid, en Cataluña y las generales de marzo, el contenido del plan hace inviable cualquier reunión". El propio Zapatero ha reiterado, tras conocer el borrador, que el único plan que necesita Euskadi es un gran acuerdo para acabar con ETA y para garantizar el pluralismo y la libertad en la comunidad autónoma.
La reunión hubiese roto la sensación de soledad y de falta de interlocutores políticos que arrastra Ibarretxe. Tras las últimas elecciones municipales y autonómicas, José María Aznar ha reiterado su negativa a entrevistarse con él. Pero la publicación anticipada de un borrador lo arruinó todo. De hecho, el conocimiento, el martes, de la intención de Abc de publicar al día siguiente el texto produjo un enfado indisimulado en Ibarretxe y su equipo. La noticia iba a ser respondida exclusivamente por la vicepresidenta, Idoia Zenarruzabeitia, en una entrevista prevista en Radio Euskadi el mismo día que se produjo la noticia. Pero el lehendakari decidió redactar personalmente una nota oficial haciendo un llamamiento a evitar nerviosismos y pidiendo expresamente a todos que se abstuvieran "de meter ruido".
La posición de IU
La publicación del borrador va a condicionar la discusión en el seno de IU. Fuentes de la coalición de izquierda en Euskadi confirmaron que los trabajos de la comisión encargada de coordinar mensajes sobre el modelo de Estado que defiende IU "se están produciendo con normalidad" y que lo sucedido "no va a acelerar ni mediatizar nada". Desde que se creó la comisión, en octubre de 2002, todos los sectores apostaron por un distanciamiento del PNV. Se trataba de "marcar un perfil distinto del PNV", en palabras de Gaspar Llamazares, coordinador general de IU. Pero lo que entonces se calificó de "sesgo nacionalista" del plan Ibarretxe hoy ya tiene plasmación articulada.
Madrazo ha reconocido la existencia de "diferencias importantes" con el borrador publicado en materias como formación y empleo, doble nacionalidad, Seguridad Social y el diseño del Poder Judicial vasco. En cambio, el secretario general del PCE, Francisco Frutos, salió al paso para negar cualquier validez al borrador publicado, porque pretende "un proceso de soberanía, es decir, de segregación, de secesión".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 27 de julio de 2003