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Carlos Martín | Playas | CRISIS EN EL AYUNTAMIENTO DE MARBELLA | Cinco fieles al alcalde y un abstencionista

Un "impar" con cinco cargos

El alcalde de Marbella, más conocido por su relación con la tonadillera Isabel Pantoja que por su labor en los gobiernos municipales, dispone de pocas fuerzas para hacer frente a la oposición de sus antiguos compañeros de su partido, el GIL. De hecho, tiene asegurada la fidelidad de su sobrino, del sobrino de un ex edil gilista, del hermano de su secretario, del ama de una casa muy vinculada laboralmente al GIL y de un administrativo municipal. El último de sus concejales, Rafael González, no es que esté con él, sino que no quiere estar ni contra el alcalde ni contra su antecesor, por lo que se abstendrá en la moción de censura. Con estos mimbres ha tenido que elaborar un equipo provisional donde el que menos ocupa más de cuatro delegaciones municipales. Y por si fuera poco, Julián Muñoz tiene que defenderse, además de en la arena política, en los tribunales.

Carlos Marín, de 31 años, ha trabajado durante ocho años como administrativo en el Ayuntamiento de Marbella, en la Delegación de Juventud, adonde llegó respaldado por Mercedes Cantos, persona de confianza de Jesús Gil. En el año 1994 se incorpora a las filas del grupo GIL y en 1999 formó parte de la lista, aunque no fue concejal hasta mayo de 2002, tras la dimisión de Celina Pérez. Tras la reestructuración de Muñoz, se encarga de las áreas Nuevas Tecnologías, Playas y Pesca, Comunidades y Urbanizaciones, Cementerio, Juventud y Deportes. En las elecciones del pasado marzo, fue en el número 15 de la candidatura del GIL. Pertenece a "los impares", como llama Muñoz a los suyos.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003