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Julián Muñoz | Alcalde de Marbella | CRISIS EN EL AYUNTAMIENTO DE MARBELLA | Cinco fieles al alcalde y un abstencionista

De los bares a las portadas de las 'revistas del corazón'

El alcalde de Marbella, más conocido por su relación con la tonadillera Isabel Pantoja que por su labor en los gobiernos municipales, dispone de pocas fuerzas para hacer frente a la oposición de sus antiguos compañeros de su partido, el GIL. De hecho, tiene asegurada la fidelidad de su sobrino, del sobrino de un ex edil gilista, del hermano de su secretario, del ama de una casa muy vinculada laboralmente al GIL y de un administrativo municipal. El último de sus concejales, Rafael González, no es que esté con él, sino que no quiere estar ni contra el alcalde ni contra su antecesor, por lo que se abstendrá en la moción de censura. Con estos mimbres ha tenido que elaborar un equipo provisional donde el que menos ocupa más de cuatro delegaciones municipales. Y por si fuera poco, Julián Muñoz tiene que defenderse, además de en la arena política, en los tribunales.

Julián Muñoz Palomo es natural de El Arenal (Ávila). Alardea de haber comenzado su carrera en las empresas de hostelería como camarero. Tiene 55 años y llegó a Marbella en 1984. Se casó con una marbellí, Maite Zaldívar. El primer bar que regentó fue El Canito, un establecimiento donde, según su ahora máximo opositor, Carlos Fernández (PA), "lo más elegante que ofrecían era tinto de verano". Posteriormente puso un negocio en Puerto Banús, aunque con escaso éxito. En 1990 se afilió al PSOE, pero cuatro meses después pidió la baja y se sumó al proyecto de Jesús Gil. Ha sido concejal de Marbella desde 1991 y, en mayo de 2002, sustituyó en la alcaldía a Gil y Gil, inhabilitado por el Tribunal Supremo. En las primeras corporaciones se hizo cargo de Participación Ciudadana y Fiestas. Más tarde fue nombrado teniente de alcalde. Tras la dimisión de Pedro Román se convierte en la mano derecha de Jesús Gil, del que ahora reniega. Tras las elecciones, se convirtió en alcalde de Marbella. Su noviazgo con la tonadillera Isabel Pantoja le ha aupado a las portadas de las revistas del corazón, una de las excusas utilizadas por Gil para justificar la moción de censura. Le gusta comer bien y lucir relojes caros, que colecciona. Esta afición le ha valido una denuncia del PA, que le acusa de enriquecerse a través de la alcaldía. Cuenta con medio centenar de denuncias urbanísticas y está llamado a declarar como imputado por negar información del Tribunal de Cuentas a la oposición.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003