El alcalde de Marbella, más conocido por su relación con la tonadillera Isabel Pantoja que por su labor en los gobiernos municipales, dispone de pocas fuerzas para hacer frente a la oposición de sus antiguos compañeros de su partido, el GIL. De hecho, tiene asegurada la fidelidad de su sobrino, del sobrino de un ex edil gilista, del hermano de su secretario, del ama de una casa muy vinculada laboralmente al GIL y de un administrativo municipal. El último de sus concejales, Rafael González, no es que esté con él, sino que no quiere estar ni contra el alcalde ni contra su antecesor, por lo que se abstendrá en la moción de censura. Con estos mimbres ha tenido que elaborar un equipo provisional donde el que menos ocupa más de cuatro delegaciones municipales. Y por si fuera poco, Julián Muñoz tiene que defenderse, además de en la arena política, en los tribunales.
Francisco Javier Lendínez es constructor y tiene 40 años, aunque reconoce que aparenta "muchos menos". Es hermano del secretario personal de Julián Muñoz y, desde que llegó a la Corporación de Marbella, se convirtió en uno de sus hombres de mayor confianza. Se incorporó a las filas del GIL en 1995 como candidato a la alcaldía de Monda (Málaga), donde ejerció como concejal durante cuatro años. En 1999 fue incluido en las listas de Marbella y, desde entonces, es teniente de alcalde de San Pedro Alcántara. Tras el cese de sus compañeros, es también delegado de Cultura y Enseñanza y Participación Ciudadana. En las pasadas elecciones ocupó el número tres de la lista del Grupo Independiente Liberal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 6 de agosto de 2003