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Berlín confirma la liberación de los rehenes europeos en el Sáhara

El secuestro de 14 europeos por un presunto grupo islamista en el Sáhara ha llegado a su fin. Tras una nueva jornada de rumores y especulaciones, tanto el Gobierno de Malí como el de Alemania confirmaron anoche que los nueve alemanes, cuatro suizos y un holandés secuestrados habían sido liberados por sus captores y se encontraban camino a Gao, una ciudad en el desierto desde la cual serán trasladados a la capital de Malí, Bamako, y entre hoy y mañana, a Alemania. Las primeras informaciones indicaban que todos estaban sanos y salvos, pese a un secuestro que se ha prolongado casi seis meses.

La primera confirmación oficial de lo ocurrido corrió por cuenta de un portavoz del Gobierno de Malí. Desde inicios de julio -cuando secuestradores y rehenes cruzaron la frontera procedentes desde Argelia- Bamako buscaba una solución negociada con los presuntos integrantes de la guerrilla integrista argelina Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC). Jürgen Chrobog, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores alemán que poco después confirmó la liberación, agradeció expresamente los esfuerzos hechos por el presidente de Malí, Amadou Toumani Touré. Para contactar a los islamistas, el Gobierno maliense se había valido de un antiguo rebelde tuareg, Iyad Ag Ghali.

La liberación de los rehenes era inminente desde el domingo, cuando la televisión alemana ZDF y la agencia France Presse llegaron a darla como un hecho. Sin embargo, al parecer hubo dificultades para reunir en un solo lugar a los rehenes, que habían sido dispersados por el desierto en pequeños grupos para dificultar una operación de rescate. Hasta poco antes de la confirmación oficial se ignoraba si los expedicionarios habían sido entregados a los intermediarios designados por el Gobierno de Malí. La zona en la que se encontraban -en el triángulo fronterizo entre Malí, Argelia y Níger- es de muy difícil acceso.

Cinco millones de euros

El Gobierno de Malí habría pagado como máximo 5 millones de euros por la liberación de los rehenes, según afirmó anoche un informativo alemán. Berlín tiene la política de no dejarse extorsionar por grupos rebeldes y terroristas, pero en el pasado ya una vez -en el caso de los secuestros de varios turistas occidentales en Filipinas- tramitó un pago a través de un Estado interpuesto, que entonces fue Libia. También en esta ocasión, el Gobierno de Muammar el Gaddafi prestó sus oficios negociadores, según reivindicó ayer una fundación afín al líder libio.

Los europeos, 15 en un inicio, habían sido secuestrados entre febrero y marzo, cuando viajaban por el desierto en el sur de Argelia. Una de las rehenes -la alemana Michaela Spitzer- murió a finales de junio, probablemente víctima de una insolación. Un segundo grupo de 17 europeos fue rescatado en una operación del Ejército argelino a mediados de mayo. En total, los integristas llegaron a tener en su poder a 32 turistas.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 19 de agosto de 2003