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Detenidos más de 800 inmigrantes irregulares en los últimos cuatro días

El número acumulado hasta ayer supera al de final de agosto de 2002

Las embarcaciones cargadas con inmigrantes irregulares han mantenido en agosto un ritmo constante de llegada a las costas españolas. Aunque no se alcanzan las cifras récord de 2001, cuando en todo el año se produjeron 18.517 detenciones, el número de personas interceptadas hasta el pasado 18 de agosto -8.590- es ya superior a las cifras que cerraron el mismo mes en 2002 -7.969-, según los datos que maneja el Ministerio del Interior.

Sólo en los cuatro últimos días, las fuerzas de seguridad detuvieron a 821 personas que habían llegado en distintas embarcaciones a la costa. De ellas, 213 viajaron hasta las islas Canarias, principalmente Fuerteventura y Lanzarote; mientras que el resto, 608, fueron interceptadas en las playas de Cádiz, Granada y Almería. La media ha sido de más de 200 detenciones diarias.

El mes de julio, en cambio, fue "excepcional" en las islas Canarias, en palabras de un portavoz de Interior, porque sólo se realizaron 337 arrestos en su costa. Hay que tener en cuenta, según apunta, que es fundamental el estado de la mar y las condiciones climatológicas en ese mes. Porque cuando la mar está en calma y el tiempo es bueno tanto en el Estrecho como en Canarias, los inmigrantes optan por tomar la ruta más corta. "Incluso, si la mar está mal encarada en la costa marroquí cuando quieren partir, son capaces de hacer trayectos de varios días para atravesar el país y abandonarlo por otro lado", añadió. La ola de calor habría llevado a las embarcaciones al Estrecho, según ese portavoz.

Así, en el mismo mes, se cuadruplicó en esta costa el número de inmigrantes interceptados, 1.322, frente al año anterior, cuando se detuvo a 323. En 2003, además, las embarcaciones han llegado habitualmente hasta las playas de Motril o Castell de Ferro, en Granada, e incluso hasta Adra (Almería), dejando de lado destinos tradicionales de otros años, como Tarifa, Algeciras o Barbate, en Cádiz. Una de las explicaciones que se maneja es que el Sistema Integral de Vigilancia del Estrecho (SIVE), que se puso en marcha en 2002, ha podido actuar como efecto disuasorio de la llegada de pateras a la costa gaditana, porque las fuerzas de seguridad han constatado que las mafias que embarcan a los inmigrantes toman rutas específicas a las playas de Granada.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de agosto de 2003