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FÚTBOL | Partido de vuelta de la Supercopa

"Queda mucho por hacer"

Queiroz, más satisfecho que en la ida, cree que al equipo le falta contundencia

Después de las críticas y de las suspicacias tras el partido en Sont Moix, Carlos Queiroz interpretó el encuentro de vuelta en el Bernabéu como un baremo en el que medir la viabilidad de su proyecto. "No me molestaron las críticas recibidas. Las malas las ignoro y las buenas las aprovecho para hacer mi trabajo", dijo el preparador al término del partido de ayer. Seguramente recapitulara las diatribas recibidas y el equipo ofreció ayer una imagen algo más sólida: "Hemos tenido más equilibrio, más disciplina y los jugadores han estado más centrados", agregó. Sobre la fragilidad de su equipo en Mallorca, ya con la Supercopa en su haber, quiso excusarse. "Allí jugamos pensando en el partido de vuelta porque el fútbol es también un deporte de inteligencia", comentó a la Cadena SER.

El entrenador portugués obtuvo, por tanto, el primer título de su trayectoria al frente del Madrid. Pero, no acaban sus problemas. Queiroz no ha tenido suerte para confeccionar la plantilla. Primero el amotinamiento de Makelele, cuyo asunto puede encontrar solución en breve. El Chelsea, según admitió una fuente del club londinense, ha subido la oferta por el jugador a 14 millones de euros. En el Madrid no confirman ni desmienten. Si Makelele se va, el mediocampo queda diezmado, escaso de efectivos, girando en torno a Cambiasso. Queiroz necesita jugadores. "Pero", matizó, "la plantilla actual de este equipo permite muchas soluciones". Eso sí: "Queda mucho por hacer, falta contundencia y ritmo de juego".

Con los efectivos con los que cuenta ahora venció ayer al Mallorca, la bestia negra, el equipo que llevaba sin perder en el Bernabéu desde hace tres años. Figo jugó en la ziquierda, Zidane en el centro y Beckham, que ayer disputó los 90 minutos, en la derecha. Incluso marcó un gol, de cabeza, algo no habitual en las dotes del centrocampista, ayer especialmente vapuleado por la grada del Bernabéu. "Los jugadores son seres humanos, no máquinas. Yo he estado en su situación y es muy difícil salir de tu país y cambiar de ambiente. Creo que, poco a poco, jugará mejor", explicó Queiroz sobre la actuación del inglés.

Beckham fue uno de los principales damnificados tras los fiascos de Valencia y Mallorca. El propio Queiroz recordó la situación de Ronaldo y Zidane, que también tropezaron con reticencias de toda clase tras su desembarco en el Madrid. El presidente, Florentino Pérez, recurrió a las contrataciones de las estrellas precedentes. La Supercopa supone el primer título tras la Liga, cuya celebración desencadenó peleas y rebeldía. "Echándole ganas siempre se ganan títulos", confesó el mandatario.

Uno de los jugadores más buscados por los periodistas fue Raul Bravo, un lateral izquierdo que ayer disfrutó la sorpresa de verse en el centro de la defensa, con Eto'o enfrente. No tuvo mucho trabajo. El defensor salió mudo del Bernabéu; pero Queiroz salió en su defensa: "Bravo es un jugador muy rápido, muy agresivo, que juega siempre concentrado. Durante la pretemporada he podido conocerle bien, y por ello, preferí colocarle a él. Ha tenido una gran actuación y estoy satisfecho".

Tan ufano como Zidane. "Hemos jugado bien todo el partido, y eso era lo que importaba verdaderamente: jugar bien y conseguir el título. Pero ya debemos pensar en el partido del sábado, contra el Betis", subrayó el centrocampista francés. El francés estuvo parco en palabras. Justo después que él, irrumpió Beckham por la zona mixta y se armó el revuelo: todos los cámaras, todos los micrófonos rodearon al astro británico, quien ayer seguramente gozó de uno de los días más felices de su vida. No obstante, para Jaime Pacheco, el entrenador del Mallorca, quien verdaderamente sobresalió por encima de Beckham, Zidane, Raúl o Roberto Carlos fue Casillas. "Estuvo estupendo", recalcó el técnico luso. Casillas protagonizó tres paradas de mérito.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de agosto de 2003