Las negociaciones multilaterales que mantienen Estados Unidos y Corea del Norte en Pekín sobre el programa nuclear norcoreano vivieron ayer una jornada difícil. Según aseguró el representante ruso, Alexander Losyukov, a la agencia Itar Tass, las condiciones exigidas por los dos enemigos en el primer día de la cita impidieron el avance de las conversaciones. Sin embargo, por primera vez en meses, Pyongyang y Washington celebraron un encuentro bilateral durante un descanso del cónclave en el que también participan China, Corea del Sur y Japón.
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"Hasta ahora, los dos países han presentado una serie de demandas preliminares que están bloqueando el progreso de las negociaciones", dijo Losyukov, viceministro de Asuntos Exteriores. Según aseguró un funcionario del Ministerio de Exteriores japonés en una rueda de prensa unilateral, la declaración de Corea del Norte incluyó "básicamente" la posición que defiende habitualmente. El oficial, que forma parte de la delegación japonesa y solicitó que no se citara su nombre, no dio más detalles.
El régimen de Kim Jong Il exige garantías de seguridad y ayuda económica antes de desmantelar su programa nuclear, mientras que el Gobierno de George W. Bush asegura que su paralización es condición previa para un acuerdo.
Como se preveía, los representantes de Corea del Norte y EE UU mantuvieron un encuentro bilateral en el marco de las negociaciones. La reunión, aunque calificada de informal, es la primera que celebran los dos rivales desde hace meses. Pyongyang se negó durante meses a tomar parte en conversaciones multilaterales, ya que afirma que el enfrentamiento sólo afecta a los dos países. Sin embargo, tras las presiones de Pekín, acabó aceptando la participación de sus vecinos Corea del Sur, Rusia y Japón a condición de que existiera algún tipo de cita bilateral con Washington. Según Wi Sung Lac, director general para América del Norte de Corea del Sur, el cara a cara, celebrado en el mismo salón, duró entre 30 y 40 minutos. "En el salón hay varias esquinas con sofás. Después de terminar el encuentro, las delegaciones se han quedado y han mantenido reuniones bilaterales", explicó el delegado japonés.
Sin embargo, James Kelly, subsecretario de Estado estadounidense, tendrá poco margen de maniobra, ya que no está autorizado a responder a los norcoreanos en caso de que reciba una propuesta. Según han declarado altos funcionarios en Washington, ni siquiera puede entrevistarse con la delegación que dirige el norcoreano Kim Yong Il fuera del salón principal que acoge a los seis participantes alrededor de una mesa hexagonal. El representante del país estalinista tampoco tiene mucho poder de decisión. Kelly y Kim se sientan codo a codo en el hexágono. La agencia japonesa Kyodo informó, citando a funcionarios japoneses, que EE UU rechazó las peticiones norcoreanas de un pacto bilateral.
Desde Crawford (Tejas), una portavoz de la Casa Blanca, Claire Buchan, se limitó a señalar que esta reunión era "el comienzo de un proceso". "Nos complace que las conversaciones hayan comenzado", agregó la portavoz del presidente Bush.
Mientras las conversaciones tenían lugar, el Gobierno de Kim Jong Il insistió, por medio del periódico Rodong Sinmun, en su demanda de un pacto de no agresión por parte de EE UU, y aseguró que, sin esto, no abandonará su "fuerza nuclear disuasoria". Los expertos afirman que Pyongyang tiene una o dos bombas atómicas y podría fabricar más.
Itar Tass informó también de que Corea del Norte dijo ante las demás delegaciones que no tiene armas nucleares ni planes de fabricarlas, pero que desarrollará métodos "disuasorios más poderosos" si no se cumplen sus demandas. Esta información fue posteriormente negada por Seúl y Tokio.
Durante los días previos a la reunión, que finalizará mañana, los países participantes han advertido de que no hay que esperar grandes resultados de un encuentro que debe ser considerado como el primer paso de un largo proceso. Pekín, en su calidad de anfitrión, quiso añadir una nota positiva a la jornada de ayer. "He oído que las conversaciones de esta mañana y esta tarde han sido muy exitosas", dijo el ministro chino de Exteriores, Li Zhaoxing, a los delegados durante una recepción.
Un soldado norcoreano efectuó ayer un disparo en la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas. El proyectil impactó en un puesto de vigilancia del sur sin causar ningún herido.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de agosto de 2003