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LA POSGUERRA DE IRAK

Tres soldados estadounidenses mueren en una emboscada de las guerrillas iraquíes

El general Ricardo Sánchez busca sacar a las tropas norteamericanas de las ciudades

Tres soldados estadounidenses murieron ayer en un ataque de la resistencia iraquí cerca de la localidad de Tikrit, ciudad natal de Sadam Husein, mientras inspeccionaban un almacén en busca de armas. Las bajas, confirmadas anoche por un portavoz militar estadounidense, se produjeron poco después de que el general Ricardo Sánchez, máximo responsable de las tropas norteamericanas en Irak, anunciara su intención de reemplazar a los soldados con policía iraquí dentro de las ciudades. Otros dos soldados estadounidenses resultaron heridos al oeste de Bagdad.

En la emboscada en Tikrit también resultaron heridos otros dos soldados, según indicó el coronel William McDonald. Todos de la 4ª División de Infantería.

Otro incidente similar ocurrió en Jaldiya, a unos 80 kilómetros al oeste de Bagdad. Al parecer, una bomba o una mina camuflada en la carretera estalló al paso del convoy militar y causó un incendio en un camión que transportaba a 10 soldados. En la emboscada podrían haber muerto otros tres soldados, aunque no hubo confirmación por parte de los portavoces militares. Entonces, según el relato de un testigo citado por France Presse, un ataque con granadas de mortero impidió la evacuación de los heridos. En las imágenes de la cadena Al Arabiya, que habló de ocho muertos, se veía cómo después de la explosión los soldados disparaban a diestro y siniestro sin saber de dónde procedía el fuego que estaban recibiendo.

Enseguida llegaron refuerzos y sellaron la zona impidiendo el paso de los reporteros. El coche de un fotógrafo de Associated Press fue alcanzado por disparos de los soldados. Esta agencia informó de que en el tiroteo resultó herido un niño de tres años. La oficina de información del Ejército en Bagdad sólo dio cuenta de "dos soldados heridos en un ataque al este de Ramadi". No estaba claro anoche si se refería al mismo incidente o a otro ocurrido unos kilómetros más allá en la misma carretera.

Horas después, decenas de vecinos se manifestaron en el lugar del ataque con retratos del dictador depuesto. "Por nuestra sangre, por nuestra alma, nos sacrificaremos por ti, Sadam", corearon. Jaldiya se encuentra en la carretera entre Ramadi y Faluya, dentro del llamado triángulo suní, donde las fuerzas de ocupación están encontrando un rechazo más enconado.

En su conferencia de prensa semanal, el general Sánchez había anunciado poco antes que está considerando sacar a los soldados de las ciudades en cuanto tenga claro que las fuerzas de seguridad locales están preparadas para reemplazarlos. Observadores políticos estiman que las crecientes agresiones de que vienen siendo objeto han obligado al responsable militar a adelantar esa decisión.

"Desearía hacerlo inmediatamente si esas condiciones existieran en alguna parte del país", dijo Sánchez. La Administración Provisional de la Coalición (CPA) ya ha logrado poner en la calle a 50.000 agentes del orden y espera entrenar a 40.000 más en un año. Entre los cuerpos creados destaca una policía de fronteras, otra de vigilancia de carreteras y otra para instalaciones civiles, incluidos los oleoductos, uno de los principales quebraderos de cabeza de la CPA.

Precisamente ayer se declaró un fuego en una tubería a 200 kilómetros al norte de Bagdad. El tramo dañado une la refinería de Baiyi con Kirkuk.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2003