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Aznar plantea al exilio cubano una alternativa dirigida desde la isla

El presidente elogia en Miami el proyecto de Payá ante una comunidad dividida

José María Aznar se mostró ayer convencido de que la alternativa al régimen de Fidel Castro es el Proyecto Varela que el disidente Oswaldo Payá promueve desde la propia Cuba, y así se lo dijo en Miami a una nutrida representación del exilio cubano que, si parece haber enterrado recientes querellas con las autoridades españolas, no deja de dar muestras de sus divisiones internas. Debido precisamente a esas peleas, algunos de los representantes más notorios de esa comunidad faltaron a una cita en la que Aznar pidió apoyo para una transición pacífica dirigida "desde dentro".

Ni Jorge Mas Santos ni Joe García, su segundo en la poderosa Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA), acudieron al encuentro, y esta vez no faltaron por dar muestra del radicalismo que dicha asociación expresó en abril de 2001, cuando el Rey Juan Carlos fue recibido en Miami con anuncios periodísticos a toda página en los que se le preguntaba "cuánto valía su silencio" frente a los crímenes de la dictadura.

El tiempo transcurrido desde la visita de los Reyes a La Habana, que fue utilizada como explicación de aquel incidente, y el endurecimiento de la postura de Aznar frente a Castro, sobre todo tras los recientes fusilamientos y detenciones masivas, han calmado el panorama. Al menos esto asegura a EL PAÍS Joe García. "La comunidad fue crítica en su momento con España, pero ahora estamos agradecidos por la postura de España ante la Unión Europea. Su papel ha sido decisivo en la nueva política europea hacia Cuba", declara.

Mas Santos, el hijo del fallecido Jorge Mas Canosa, con el que Aznar tuvo tanta relación antes de llegar al Gobierno que incluso utilizó en 1995 un avión privado del magnate cubano para realizar una gira por Centroamérica, esperaba que el presidente español le concediera un aparte durante la cena que anoche presidió en la Cámara Oficial de Comercio española en Miami. De hecho, Santos y García habían solicitado que Aznar les viera por separado, dado que consideran que la FNCA es más importante que otras organizaciones y que no podían acudir a un encuentro junto a otros cubanos con los que han partido peras. Como la respuesta de Aznar a esa petición fue negativa, la Fundación envió al encuentro a Luis Botifoll, un histórico del grupo que, a sus más de 90 años, cumple funciones representativas. Otros miembros de la FNCA, Diego Suárez y Jesús García, acudieron a una cita a la que fueron convocados 16 representantes de ocho organizaciones. La tendencia de Oswaldo Payá tuvo una doble presencia: Orlando Gutiérrez, miembro del Directorio Democrático Cubano y representante de Payá en Miami, y Francisco de Armas, sobrino del líder de la transición interna. También estuvo José Luis Menéndez, párroco de Corpus Christi.

Aznar alabó ante esa audiencia el "dinamismo" del exilio cubano, pero aseguró a continuación que "el enemigo del régimen no está fuera". "Es el propio régimen cubano el que se aísla y bloquea con su actitud de represión", dijo.

Condenó "la represión contra gente que defiende derechos tan inalienables como la libertad de expresión y asociación" y rechazó expresamente la pena de muerte, sin recordar que Florida, el Estado en el que hablaba, es uno de los más inclinados en EE UU a la aplicación de la pena máxima.

Reiteró el presidente que lo que él quiere para Cuba es "lo mismo que para España y para el resto del mundo", elogió luego los aspectos de legalidad y transición pacífica esenciales al Proyecto Varela, con el que Payá promueve la celebración de un referéndum por la democracia en Cuba, e hizo un llamamiento "a todos los cubanos, en el país o en el exilio, para que se esfuercen por lograr una transición pacífica "que tendría que hacerse desde dentro".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 25 de septiembre de 2003