El Villarreal salió airoso del infierno turco, que no fue tal hasta casi el final, cuando el Trabzonspor estuvo cerca de remontar un 0-2 y provocar el delirio en la grada. El conjunto de Benito Floro se clasificó para la siguiente ronda con muchos apuros. Ganó 2-3 (0-0 en la ida) tras un partido que arrancó soso y se fue encendiendo a medida que transcurría la segunda parte.
TRABZONSPOR 2 - VILLARREAL 3
Trabzonspor: Hasan; Erding, Omar, D'Haene, Sommers; Gokdeniz, Huseyin, Ibrahim, Romaschenko (Yattara, m. 70); Tekke y Yilmaz (Augustine, m. 63).
Villarreal: Reina; Venta, Ballesteros, Coloccini, Arruabarrena; Guayre (Belleti, m. 70), Riquelme, Pedro Martí, Roger (Josico, m. 64); Víctor (Anderson, m. 46) y José Mari.
Goles: 0-1. M. 60. Anderson remata de cabeza un centro de Guayre. 0-2. M. 65. Pase entre líneas de Martí a Riquelme, quien dentro del área cede a José Mari para que éste marque. 1-2. M. 72. Gokdeniz bate a Reina metiéndose entre los centrales del Villarreal. 2-2. M. 82. Tekke, tras un pase de Yilmaz. 2-3. M. 89. José Mari, tras un pase de Riquelme.
Árbitro: Marcus Nobs (Suiza). Amonestó a Romaschenko, Ibrahim, José Mari y Riquelme.
Unos 22.000 espectadores en el estadio Huseyin Avni Aker. Se guardó un minuto de silencio por los 62 militares españoles fallecidos en el trágico accidente de aviación ocurrido en Trebisonda el pasado mes de mayo.
Tiene una mala costumbre el Villarreal: relajarse cuando menos toca. Ayer, con 0-2 en el marcador, permitió que el Trabzonspor volviera a meterse en el encuentro cuando todo apuntaba a que al grupo de Floro le esperaba un último tramo placentero. No fue así. El conjunto turco reaccionó hasta el punto de que pudo darle un buen susto al Villarreal. Al final, en el minuto 89, José Mari devolvió la calma a su equipo.
Fue Anderson quien rompió el cemento turco. Si no es por el brasileño, que tiene menos fútbol que José Mari o Víctor pero mucho más remate, el conjunto de Floro hubiera pasado un mal trago. Una vez marcó Anderson, se abrió la veda. Hasta José Mari, al que le cuesta un mundo atinar, enganchó un pase de Riquelme para allanar el camino del cuadro español. Y casi al final, cuando los turcos apretaban de lo lindo, el atacante sevillano sentenció.
El Villarreal se adueñó del partido porque el Trabzonspor renunció a la posesión del cuero, permitiendo que el conjunto de Floro jugara con cierta soltura. Su dominio, sin embargo, fue estéril. José Mari y Víctor recibieron poco suministro, entre otras cosas porque Riquelme se entretuvo tanto con la pelota que frenaba la velocidad que su equipo imprimía al juego, facilitando para colmo el repliegue de los defensores turcos.
Más dificultades tuvo la zaga del Villarreal, que se complicó la vida de mala manera. Un enredo en el área de Reina pudo costarle caro al equipo español. Por allí pasaba Fatih, al que le faltó calidad para marcar. La ausencia Belleti en la banda derecha fue acusada por el Villarreal, que pierde mucho sin el brasileño, un jugador que aporta velocidad, hábil en el regate y muy participativo. Todo lo contrario que Guayre, el típico futbolista canario: muy técnico pero lento e intermitente.
El Trabzonspor imprimió un ritmo más alto a la segunda parte. Su cambio de planes desconcertó al Villarreal. Pero en el momento más crítico para el cuadro español, llegó el gol de Anderson, que enchufó de cabeza un centro de Guayre. Poco después llegaría el de José Mari tras una preciosa jugada entre Martí y Riquelme. La ventaja tuvo un efecto sedante sobre el Villarreal y el Trabzonspor empató ante la incredulidad del banquillo español. Al final, José Mari apagó el ímpetu de los turcos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 16 de octubre de 2003