La Brigada Anticorrupción y el Departamento de Investigación Internacional de la policía israelí interrogaron ayer durante siete horas al primer ministro, Ariel Sharon, en relación con supuestas irregularidades cometidas por sus hijos Omri y Gilad. Esta es la tercera vez en la historia de Israel en que un primer ministro es interrogado por la policía en un caso de corrupción, ya que en años anteriores fueron investigados los ex primeros ministros Benjamín Netanyahu, compañero de Sharon en el Likud y Ehud Barak, laborista.
El interrogatorio de Ariel Sharon, que estaba avalado por una sentencia de un tribunal de Tel Aviv del pasado mes de agosto, se llevó a término en la residencia del primer ministro en Jerusalén, en presencia de un grupo de asesores, con los que la semana pasada había estado preparando las respuestas. La sesión de interrogatorio obligó a Sharon a cancelar ayer todos sus compromisos políticos.
La investigación policial trata de aclarar las supuestas irregularidades cometidas en octubre de 2001 por Sharon y sus dos hijos, al aceptar una aportación de un millón de dólares de un ciudadano surafricano, Cyril Kern, para su campana electoral de 1999.
La investigación trata asimismo de clarificar un supuesto caso de soborno cometido por la familia del primer ministro con el que se intentaba conseguir el apoyo del Gobierno para que un empresario israelí pudiera comprar una isla en el Mar Egeo y convertirla en un centro turístico.
En medios políticos vinculados al partido nacionalista Likud se aseguraba ayer que el primer ministro había prestado toda su colaboración con la policía, pero al mismo tiempo había negado de manera firme cualquier relación con los negocios de sus hijos y en la comisión de los supuestos fraudes. Las mismas fuentes recalcaban que el interrogatorio de Ariel Sharon podría repetirse la próxima semana.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 31 de octubre de 2003