José María Aznar y Mariano Rajoy acudieron ayer a L'Hospitalet de Llobregat, la ciudad emblemática del cinturón rojo de Barcelona, a intentar ayudar a Josep Piqué a arañar algún voto de nacionalistas moderados y de socialistas incómodos con el nacionalismo. Los aplausos se los llevó Aznar, sobre todo cuando reprochó a CiU que ahora se "avergüence y pida todos los días perdón" por haber colaborado durante ocho años con el PP en Madrid y en Cataluña. Después Rajoy se burló del "papelón de Maragall haciéndole la pelota de forma lamentable a ERC".
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El telonero Aznar tuvo más éxito entre su público que el líder Rajoy. El PP catalán eligió ayer, para su mitin central de campaña, una comida con unos 1.500 militantes que pagaron 30 euros por compartir mantel y soflamas con sus líderes. El recibimiento fue entusiasta. Al concluir se abalanzaron hacia la mesa central para achuchar a Rajoy, Aznar y Piqué. Pero el seguimiento de los tres discursos resultó muy desigual. Con Aznar se volcaron en aplausos, con Piqué estuvieron más moderados y con Rajoy llegaron a superponerse algunos murmullos de conversaciones paralelas silenciadas con susurros y, aparentemente, la clac tuvo que animar a los aplausos.
Hasta ahí, las formas. Sobre el fondo, el objetivo de los tres era compartido: buscar el voto moderado y pragmático de CiU y el poco nacionalista del PSC en un último intento para que el PP no quede como cuarta fuerza política en Cataluña.
Aznar empezó con un respaldo explícito a Rajoy vestido de apoyo a Piqué. "Hemos escogido al mejor de entre nosotros, a Josep Piqué", arrancó para decir lo importante: "Si lo hemos hecho así en Cataluña, también hemos escogido para España y para todos los españoles al mejor de entre nosotros, que es Mariano Rajoy, a quien también respaldamos con todas nuestras fuerzas".
Pero el mitin no era para eso, sino para denigrar que CiU se avergüence de estos ocho años de estrecha colaboración con el PP. "CiU contribuyó a la estabilidad del Gobierno de España durante la legislatura anterior", recordó Aznar. "Si ellos se enorgullecen y hablan de haber contribuido a la estabilidad política de España, con el mismo legítimo derecho nosotros hemos contribuido con todas nuestras fuerzas a la estabilidad política de Cataluña".
A partir de ahí llegó el reproche del amigo que se siente abandonado: "Nunca hemos pedido perdón ni nos hemos avergonzado de ese pacto. Ésa es la gran diferencia con ellos, que después de pactar y de saber que eso beneficiaba a Cataluña, todos los días andan pidiendo perdón por haber pactado con el PP". Aznar pronosticó a CiU que su afán por parecerse a Esquerra Republicana de Catalunya se le volverá en contra: "Entre un original y una fotocopia siempre es mejor el original, y siempre la gente va a escuchar al original".
El presidente del Gobierno no olvidó despreciar al PSC-PSOE, porque "no es de fiar" y porque es "incapaz de mantener una idea al menos durante 48 horas, imposible". Pero esa crítica le tocó desarrollarla a Rajoy. El líder popular se mofó del "papelón del señor Maragall, haciéndole la pelota de una manera tan lamentable a ERC". Mantuvo que eso es "impropio de un dirigente político con personalidad y con criterio". Todo, por "la colosal fascinación que ERC ejerce sobre CiU y el PSOE", una "atracción" que Rajoy ve "incomprensible".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de noviembre de 2003