Joan Saura (Barcelona, 1950) deja el acta de diputado en el Congreso y se presenta por primera vez como número uno a las elecciones catalanas por ICV-EUiA. Lo hace tras haber contribuido a coligar ICV y EUiA, formaciones que en 1999 fueron por separado a los comicios autonómicos y obtuvieron el peor resultado de su historia. El candidato ecosocialista lleva en política desde 1979, cuando empezó como concejal en el primer ayuntamiento democrático de L'Hospitalet. Le gustan el fútbol, aunque ahora no puede practicarlo, y el thai-chi, porque le relaja y le da energía, aunque lo ha tenido que suspender por la campaña electoral.
Pregunta. Usted ha hecho muchas promesas en esta campaña: combatir la pobreza, subir los impuestos a los que más ganan, promover 88.000 viviendas públicas, crear guarderías... De estas propuestas, ¿cuáles exigiría para entrar en el Gobierno de la Generalitat?
Respuesta. Hay varias ideas fundamentales. La primera es la profundización y la ampliación del raquítico Estado de bienestar que tenemos en Cataluña: guarderías, ayuda a la gente mayor, combatir la pobreza. La segunda, políticas que hagan frente al cambio climático, y una tercera idea sería la política de vivienda pública y la preocupación por el mundo del trabajo.
P. El coste de estas medidas parece importante. ¿Cómo tiene previsto financiarlas?
R. Es cuestión de prioridades. En 1979, cuando entramos a gobernar los ayuntamientos, no había dinero y, sin embargo, se hicieron maravillas en comparación con lo que se había hecho antes. Ahora queremos suprimir alrededor de 80 organismos y revisar algunas concesiones absolutamente gravosas para la gente. Desde algunos peajes hasta las inspecciones técnicas de vehículos que la Generalitat acaba de prorrogar, y también revisar algunos concursos efectuados en la sanidad. En cuanto a los ingresos, queremos usar la capacidad fiscal de la Generalitat aplicando impuestos ecológicos sobre las centrales nucleares, crear la ecotasa que grave las pernoctaciones y subir el IRPF a los dos tramos más altos de la tarifa para deshacer la última bajada hecha por el PP, para que el tipo máximo suba del 45% al 48%. Con estas medidas se pueden financiar nuestras propuestas. Pero también hay que gestionar mejor que como lo han hecho los gobiernos de Pujol.
P. Su coalición tiene votos de profesionales con ingresos medios o altos. ¿No teme que estos electores les den la espalda por las subidas fiscales que propone?
R. Creo que la gente que nos vota no piensa que bajar impuestos sea de izquierdas. Nuestros votantes son gente que quiere que haya un Estado de bienestar desarrollado y que haya trenes que funcionen. De la misma manera que yo pago impuestos importantes y no me sabe mal pagarlos, estoy convencido de que hay muchísima gente a la que tampoco le importa pagarlos. Pero, además, no estamos planteando una subida exagerada de los impuestos, sino abrir el abanico de la progresividad fiscal que el Gobierno del PP ha ido cerrando, sobre lo cual la Generalitat no ha hecho nada para evitarlo, a pesar de tener competencias sobre una parte del IRPF.
P. ¿Por qué proponen impuestos ecológicos? ¿Tan mal está el medioambiente en Cataluña?
R. Cataluña es después de Francia y algún país ex comunista el lugar donde hay más producción de energía nuclear. En cambio, estamos a la cola de las energías renovables, que es hacia donde apunta el futuro. Hay una degradación del territorio. En el litoral catalán hay muy pocas zonas que no estén degradadas. Un país pequeño como Cataluña necesita medidas para protegerlo. Lo están haciendo Francia, Suiza, Bélgica Holanda, pero Cataluña no lo hace.
P. ¿Cómo le puede afectar la abstención a ICV-EUiA? ¿Teme que no suba la participación en estas elecciones?
R. Esta vez nuestro electorado está motivado porque es consciente de que estamos ante una oportunidad histórica para entrar en el Gobierno de la Generalitat. Creo que no va haber mucha participación ni mucha abstención.
P. ¿Dice que no habrá mucha participación?
R. No creo que haya una gran jornada participativa. En el ambiente percibo que no. La sociedad catalana estaba más movilizada hace cuatro años, aunque a lo mejor estoy equivocado.
P. Su coalición tuvo 78.000 votos directos en las elecciones de hace cuatro años más los indirectos de su alianza con PSC-CpC en Girona, Tarragona y Lleida. ¿A qué aspiran ahora?
R. Sacamos tres escaños en Barcelona y dos que fueron en las listas del PSC. Nuestros objetivos en estas elecciones son tener grupo parlamentario propio, crecer en diputados, extendernos territorialmente y estar en el Gobierno.
P. ¿Descarta pactar con CiU?
R. Lo descartamos totalmente porque las políticas de CiU son de derechas. Por tanto, decimos que hacen falta más sanidad pública, cerrar las nucleares, hacer una moratoria urbanística en el litoral, vivienda pública. Todo esto entra en contradicción con lo que CiU ha llevado a cabo durante 23 años. Pero también descartamos pactar con CiU por higiene democrática para acabar con el clientelismo de que ha hecho gala este Gobierno.
P. ¿Qué le diría al líder del PSC, Pasqual Maragall?
R. Que lo que ha de hacer es plantear alternativas a CiU y no combatir al resto de la izquierda, y parece que está más obsesionado por dirigirse al electorado de izquierdas que al de CiU.
P. ¿Y a Carod, de ERC?
R. Que, de una vez por todas, deje claro que no va a gobernar con CiU. Lo hizo en el pasado, y ahora debe decir lo que van a hacer para dejar fuera de la centralidad política a CiU.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 10 de noviembre de 2003