El avión con los restos mortales de 18 italianos fallecidos en el atentado cometido el pasado miércoles en Nasiriya (sureste de Irak) aterrizó en la tarde de ayer en el aeropuerto militar de Ciampino, de Roma. El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y decenas de familiares acudieron a recibirlos. Los funerales oficiales tendrán lugar el próximo martes. El aparato transportaba los cuerpos de 12 carabinieri, cuatro militares y dos civiles. Otro militar, en estado de muerte cerebral, fue ayer desconectado de los aparatos que le mantenían con vida. En la imagen, el momento de cargar los ataúdes en el aeródromo de Nasiriya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 16 de noviembre de 2003