El PP, desde que arrancó el escrutinio, se clavó en los 15 escaños, tres más que hace cuatro años. Y así fue hasta el final. Pero el mensaje que los populares quisieron destacar anoche no fue su propio avance sino el "nuevo fracaso" del PSC y, más aún, del líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, por "radicalizar" su mensaje. Mariano Rajoy guardó silencio. Analizará los resultados hoy, con el Comité Ejecutivo Nacional del partido.
Desde que el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, dio a conocer su encuesta y clavó el resultado final, fuentes del PP comenzaron a destacar lo que les convenía de la jornada: "Otra dulce derrota para el PSOE y para Zapatero. Ya están más cerca de la diabetes". Que Josep Piqué haya logrado 15 escaños parecía anoche lo de menos.
Lo relevante anoche para los populares fue "el espectacular descalabro de [Pasqual] Maragall". Su argumentación es que "la radicalización de los mensajes siempre beneficia a los más radicales". Esa radicalización ha llevado, según este análisis, a la espectacular subida de ERC. Los populares insistían anoche en que eso ya le pasó al PSdG-PSOE en Galicia, que "con su radicalización benefició al BNG", y le ha pasado ahora al PSC. "Y le va a pasar en el País Vasco si sigue por este camino", añadían. "Siempre lo hemos mantenido. La gente, si tiene que votar entre el original y la fotocopia, prefiere el original. Es lo lógico y es lo que ha ocurrido".
Mariano Rajoy, anoche, optó por callar. A la sede del PP acudieron a acompañar a su líder los dos vicepresidentes, Rodrigo Rato y Javier Arenas, los ministros Eduardo Zaplana, Ángel Acebes y Juan Costa, el líder de los populares vascos, Jaime Mayor Oreja, la vicepresidenta de la Comisión Europea, Loyola de Palacio, la presidenta del Congreso de los Diputados, Luisa Fernanda Rudi, y los cuatro coordinadores de área de la dirección del PP: Ana Mato, Gabriel Elorriaga, Eugenio Nasarre y Rafael Hernando.
La dirección del PP decidió esperar hasta el final del escrutinio para realizar una comparecencia pública a cargo de Ana Mato, quien destacó, más que nada, "la equivocación del PSC y de CiU, pero sobre todo de los socialistas, por no saber ofrecer a los catalanes lo que piden los ciudadanos". Ambos partidos, destacó Mato, "han perdido apoyos por radicalizar su mensaje y favorecer con ello a ERC". La coordinadora de organización del PP destacó que el PSC ha perdido 10 escaños y 170.000 votos. Mato enfatizó que su partido "continuará apostando por la moderación, porque eso es lo que piden los ciudadanos".
Desde Santiago de Chile, el presidente del Gobierno, José María Aznar, comentaba solo a la televisión nacional chilena que lo que importa ahora es que haya estabilidad y una buena relación entre los Ejecutivos central y autonómico, informa Peru Egurbide. A la espera, igual que Mariano Rajoy, de hacer hoy un análisis más sosegado, Aznar añadió que el PSC ha sufrido un descalabro y que el PP "ha cumplido".
Mientras, en la sede madileña del PP restaban anoche toda importancia al elemento clave de estas elecciones: que el Gobierno más probable en Cataluña es de los dos partidos nacionalistas, CiU y ERC. Y que ambos reclamarán, muy pronto, un nuevo estatuto de autonomía. Tampoco quisieron dar la más mínima importancia a que ese probable pacto en Cataluña restaría posibilidades a que CiU apoye al PP en marzo en el caso de que Mariano Rajoy no logre mayoría absoluta.
Nada, y todo porque anoche esa mayoría absoluta para marzo se veía mucho más cerca, según el análisis de los populares.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 17 de noviembre de 2003