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Michael Jackson, en busca y captura por supuestos abusos sexuales a menores

El cantante negociaba anoche en Las Vegas su entrega a la policía de Santa Bárbara

El Peter Pan del pop está en serios apuros. Michael Jackson negociaba anoche su entrega a la policía de Santa Bárbara, que emitió una orden de busca y captura contra el cantante por supuestos abusos sexuales "múltiples" a un niño de 12 años. Las sospechas de pederastia que la estrella, de 45 años, consiguió acallar hace una década han vuelto a amenazar lo poco que queda de su carrera. Las autoridades de Santa Bárbara ordenaron la retirada de su pasaporte y fijaron una fianza de tres millones de dólares. EE UU no vivía un escándalo semejante desde el juicio de O. J. Simpson.

"Animamos a las personas que tienen información a que se pongan en contacto con nosotros", lanzó ayer el sheriff de Santa Bárbara, Jim Anderson, en una multitudinaria rueda de prensa en la que también anunció que "dentro de muy poco" se presentarían cargos contra Jackson. El cantante emitió un comunicado en el que negaba las acusaciones de abusos sexuales a un menor y dijo que éstas eran infundadas.

Según aseguraban varias cadenas de televisión, la denuncia fue cursada por el psicólogo del adolescente, cuya identidad no se ha dado a conocer. Las acusaciones incluyen repetidas violaciones de la sección 288 del Código Penal de California, que prohíbe actos lascivos con un menor de 14 años y conlleva penas de hasta ocho años de cárcel. Jackson, indicó el sheriff, estaba negociando anoche su entrega. "Creemos que está dispuesto a cooperar con nosotros", declaró Anderson. Las autoridades de Santa Bárbara fijaron su fianza en tres millones de dólares y ordenaron la retirada del pasaporte.

Jackson estaba en Las Vegas rodando el vídeo promocional de su nuevo disco, Number one. Desde la capital del juego, el cantante defendió su inocencia en un escueto comunicado: "Este tipo de personajes siempre suele aparecer con acusaciones horribles justo cuando sale un nuevo álbum o un nuevo proyecto". A través de su portavoz, su familia expresó su solidaridad con su miembro más famoso y polémico: "Este incidente es muy desafortunado. Están muy afectados, pero le apoyan al cien por cien".

El pasado martes, más de 70 policías de Santa Bárbara registraron durante quince horas Neverland, de las ocho de la mañana a las once de la noche, el enorme rancho de Jackson. Según varias cadenas de televisión, las autoridades se incautaron de varios vídeos y cartas personales que el adolescente escribió al cantante. También se llevaron a cabo registros en otras dos propiedades del sur de California, indicaron ayer las autoridades.

"Jackson ha declarado que estas acusaciones siempre coinciden con la salida de su disco. ¡Como si al sheriff y a mí nos gustara ese tipo de música!", exclamó el fiscal Tom Sneddon entre las risas de los periodistas; "no teníamos ni idea de lo que estaba haciendo. De hecho, teníamos previsto llevar a cabo el registro hace varias semanas".

Esta vez las cosas se presentan realmente mal para Jackson y la ironía ha querido que sea en parte culpa suya. Después de que las acusaciones contra la estrella del pop no consiguieran prosperar hace diez años, California decidió reforzar su legislación en los casos de pederastia. Como subrayó ayer el fiscal Sneddon, los menores pueden ser ahora obligados a testificar contra su agresor, "y contamos con un testigo dispuesto a cooperar".

En 1993, la fiscalía no tuvo tiempo de presentar cargos. El cantante consiguió un arreglo, se rumorea que de decenas de millones de dólares, con la familia del adolescente de 13 años que le acusó de abuso. "De pronto, perdimos el testigo", recordó Sneddon, que se ocupó entonces de la investigación.

En esta ocasión las autoridades cuentan además con una orden oficial de arresto. "Mucha gente piensa que en aquel entonces Jackson se salió con la suya", dijo Snedonn. El testimonio del adolescente, que circula en varias páginas web, era realmente espeluznante. "A finales de marzo de 1993, mi madre, Lily, y yo fuimos a Las Vegas invitados por Michael Jackson. Nos quedamos en una gran suite en el hotel Mirage. (...) Una noche, Michael y yo vimos El exorcista; yo estaba muy asustado y Michael me sugirió que pasara la noche con él, lo que hice. Aunque dormimos en la misma cama no hubo contacto físico. A partir de entonces, cada vez que viajábamos dormíamos juntos". La relación terminó cuatro meses después. En ese tiempo, "el contacto físico entre Michael y yo fue aumentando. Primero me abrazó, luego me besó en la mejilla, luego en los labios, muy rápido y más lento. (...) Le dije que no me gustaba y se puso a llorar". El adolescente describió cómo el cantante se masturbó mientras tomaban un baño juntos y cómo aquella costumbre pasó a ser algo habitual.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 20 de noviembre de 2003