Yenín, Yenín no podrá exhibirse por ahora en los cines de Israel. El Tribunal Supremo de Jerusalén dictó ayer una resolución por la que prohíbe temporalmente la proyección de este documental en el que se relata el asedio y ataque de las fuerzas israelíes sobre este campo de refugiados de Cisjordania durante ocho días del mes de abril del año 2002. En la batalla murieron 60 palestinos y 23 soldados israelíes.
Es la primera vez desde hace 15 años que los jueces israelíes censuran un filme; la última fue en 1987, cuando prohibieron por pornográfica la película japonesa El imperio de los sentidos.
"Yenín, Yenín es un documental. Trata de describir los sentimientos de los palestinos durante el ataque del Ejército al campo de refugiados. No es una película contra Israel, simplemente intenta explicar lo que pasó", asegura Mohamad Bakri, de 50 años, palestino-israelí, natural de Galilea, actor en el Teatro Nacional de Tel Aviv (Habima), director y productor de la cinta, convertido en el centro de una de las polémicas político-culturales más enconadas de la historia de Israel.
La batalla legal sobre Yenín, Yenín se inició en noviembre de 2002, tres meses después de que se acabara su rodaje, cuando los familiares de los soldados muertos presentaron una demanda reclamando que se prohibiera la película, que hasta entonces sólo había sido exhibida durante tres días en las filmotecas de Tel Aviv y Jerusalén. La demanda, apoyada por la Fiscalía del Estado, aseguraba que la cinta distorsionaba la realidad, era una incitación al terrorismo y deslegitimaba al Estado de Israel en su lucha contra el terrorismo palestino.
El Departamento de Censuras de Películas del Estado mantuvo durante 11 meses secuestrada la película, hasta que a principios de noviembre el Supremo ordenó permitir su exhibición en todos los cines, esgrimiendo la libertad de expresión. Estaba previsto que el filme volviera a las pantallas ayer. Pero antes de que se iniciara la sesión se reabría la batalla legal, con una nueva resolución del Supremo aceptando la revisión de la anterior sentencia y decretando su suspensión cautelar mientras no se celebre la nueva vista judicial, reclamada por los familiares de los soldados fallecidos y el fiscal general del Estado. "El Gobierno utiliza a las familias para impedir la proyección de la película. No quieren que el pueblo israelí conozca la realidad, que se den cuenta que son unos mentirosos", dijo su director, que recordó que las presiones diplomáticas habían impedido que la cinta fuera proyectada el pasado abril en una televisión europea.
[El vicesecretario de Defensa de EE UU, Paul Wolfowitz se reunirá mañana en Washington con los autores, israelíes y palestinos, de los Acuerdos de Ginebra, presentados el lunes en la ciudad suiza, informa Reuters.]
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003