Milicias paramilitares de diferentes formaciones políticas colaborarán con las fuerzas estadounidenses en el restablecimiento de la seguridad en Irak, anunció ayer el presidente del Consejo Provisional de Gobierno iraquí, Abdelaziz al Hakim.
Las milicias, que EE UU quiso desarmar en las primeras semanas de la ocupación, dependen de cinco partidos políticos -chiíes, kurdos y no religiosos- y fueron creadas para luchar contra Sadam Husein. En el caso de los guerrilleros kurdos, pershmergas, y de las fuerzas del Consejo Supremo de la Revolución Islámica tienen mucha experiencia en combate.
Aunque, como señaló un portavoz estadounidense, aquellos que sean reclutados "servirán en un cuerpo unificado de seguridad y no podrán servir a los representantes de ningún partido político". La milicia tendrá en total 850 efectivos, que trabajarán con las fuerzas especiales estadounidenses en Bagdad y en sus alrededores.
Por otra parte, el Ejército estadounidense detuvo ayer a Amar al Yaseri
, número dos del imam chií radical Murtada al Sadr, al que acusa de estar implicado en la muerte de dos soldados. "Las fuerzas de la coalición llevaron a cabo una operación conjunta con la defensa civil iraquí para detener a Amar al Yaseri, sospechoso de haber organizado una emboscada contra tropas de la coalición en la que murieron dos soldados", declaró el general Mark Kimmit. La detención tuvo lugar en Ciudad Sadr, la conflictiva barriada chií de Bagdad.
Además, Irak está preparando una petición a Siria para reclamar 3.000 millones de dólares en metálico ingresados por el régimen de Sadam Husein en el banco estatal sirio. Desde Damasco, fuentes oficiales indicaron que la cifra era excesiva y los bienes del régimen de Sadam ingresados en Siria ascendían a "cientos", no miles de millones.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003