El año que murió el dictador Franco, cerca del 20% de los hogares estaba aún sin inodoro. En 2001, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), todas las casas tienen el suyo. En 1975, ciertos servicios que hoy se entienden de primera necesidad eran todavía una quimera en algunas viviendas: el agua corriente sólo corría en realidad en algo más de 86% de las viviendas. Y una instalación fija de baño o ducha sólo se encontraba en la mitad de los hogares (cerca de un 56%). Un poco más del 60% tenía agua caliente.
La falta de estos servicios era evidente, sobre todo en las zonas agrarias, las peor paradas. No tenían servicio de aseo e higiene en el 44% de sus viviendas y aún se cocinaba con leña en el 29,5% de ellas. Las desigualdades respecto a las ciudades eran sangrantes. Estos servicios llegan ahora al 100% de las casas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 4 de diciembre de 2003