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Nueve niños mueren en un ataque de EE UU en el sur de Afganistán

El bombardeo iba dirigido contra un terrorista, según el Pentágono

Diez personas, nueve de ellas niños, murieron en la mañana de ayer como consecuencia de un bombardeo de las tropas estadounidenses, en la provincia afgana de Ghazni, en el sureste del país, según anunció un portavoz militar de EE UU. En un comunicado, el Ejército estadounidense aseguró que el bombardeo iba dirigido contra un terrorista al que seguían la pista desde hacía tiempo. Al acudir al lugar del ataque, los militares encontraron también los cuerpos de nueve niños, según la versión oficial.

"El sábado, hacia las 10.30 (las 7.00 de la mañana hora peninsular), un avión de la coalición atacó a un terrorista sospechoso de ser responsable del asesinato de dos obreros", indicó un comunicado del mando estadounidense publicado desde la base aérea de Bagram, a 50 kilómetros al norte de Kabul.

"Después de este ataque, tropas terrestres de la coalición acudieron al lugar para rastrear la zona y encontraron el cadáver de la persona que era el blanco , pero también los de nueve niños", añade el texto.

"Las fuerzas de la coalición actuaron a partir de informaciones obtenidas durante un largo período de tiempo para asegurarse de que el terrorista se encontraba en una zona rural aislada", explicó el Ejército. Los militares estadounidenses "permanecerán en la zona durante los próximos días y harán todos los esfuerzos posibles para asistir a las familias de las víctimas inocentes y determinar la causa de la pérdida de estas vidas civiles", continuaba el comunicado de EE UU. "Se ha formado una comisión para para investigar las circunstancias de estos acontecimientos. La comisión acudirá al lugar de los hechos para proceder a evaluar lo ocurrido", añade el texto del Ejército estadounidense.

Otros ocho civiles murieron por bombas de EE UU el pasado noviembre, al norte del país.

Atentado en Kandahar

Por otra parte, al menos 20 civiles afganos resultaron heridos, tres de ellos de gravedad, en un atentado con una bicicleta bomba registrado ayer en un mercado del centro de Kandahar, la principal ciudad del sur de Afganistán y antiguo feudo talibán.

La detonación causó graves daños en varios edificios de los alrededores.

Un alto mando de la policía afgana, el general Muhamad Salim Ehsas, dijo que no habían identificado a los autores del atentado y que no había presencia oficial, militar ni extranjera significativa en el área. Otro portavoz oficial responsabilizó, sin embargo, a los talibanes o a la red terrorista Al Qaeda de la colocación del artefacto.

Kandahar, antigua capital de Afganistán, fue el centro de poder de los talibanes mientras ostentaron el poder, desde 1996 hasta finales de 2001. Tras la caída de su régimen, tanto la ciudad como su región, han sido una de las zonas más inseguras del país. Ayer también, tres técnicos de nacionalidad india que trabajaban en la cantera de la carretera Kabul-Kandahar fueron secuestrados por desconocidos en la provincia de Zabul, cerca de Kandahar.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de diciembre de 2003