Ya lo decía Queiroz. Cada vez que lo acorralaban las críticas, el técnico madridista esgrimía un: "Estamos arriba en la Liga con las mejores estadísticas en años". Y aunque parecía un estribillo no había manera de contradecir su aritmética. Daba igual que el Madrid perdiera por goleada ante el Sevilla (5-2), fuera vapuleado en El Sadar (1-1), o se mostrase incapaz de tener el balón ante el Albacete en el Bernabéu. El técnico seguía adelante con su frase. Tras la victoria en el Camp Nou lo debe tener más claro que nunca porque así se traduce en la tabla: desde 1996, cuando lo dirigía Fabio Capello, el Madrid no acumulaba tantos puntos en las 15 primeras jornadas: 33.
En el curso 1996-1997 el equipo sumó 35 puntos, empató cinco y no perdió ningún encuentro en las 15 primeras jornadas. Marcó 31 goles, los mismos que ahora, y recibió 12, cuatro menos que con Queiroz en el banquillo. Eso sí, cabe recordar que Capello, aunque no perdió partidos en el arranque liguero, contó con un medio de contención como Redondo y un grupo de centrales sin comparación en el fútbol español de aquella época: Hierro, Alkorta y Sanchis en su plenitud. Queiroz, por su parte, ha reinventado a Raúl Bravo como central para que forme pareja con Pavón.
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En el apartado ofensivo el Madrid de Queiroz suma 31 goles, uno menos que los que marcó el equipo que dirigió Del Bosque la temporada pasada, y los mismos que anotó el Madrid dirigido por John Toshack hasta fines de 2000.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 8 de diciembre de 2003