Las direcciones del Partit dels Socialistes (PSC), de Esquerra Republicana (ERC) y de Iniciativa per Catalunya (ICV) ratificaron ayer por separado y por unanimidad la formación de un Gobierno de izquierdas en Cataluña. ICV quiere tres consejerías, una de ellas de carácter político, para integrarse en el tripartito.
El líder de Esquerra, Josep Lluís Carod, manifestó, en una declaración solemne, que el acuerdo era "un compromiso histórico con el país" y precisó que su objetivo es evitar que la sociedad catalana se divida entre nacionalistas y no nacionalistas. Carod señaló que "Cataluña no es Irlanda, ni Quebec ni Euskadi", y añadió: "Durante 23 años el catalanismo conservador ha tenido su oportunidad; ahora es el momento del catalanismo de izquierdas".
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El cambio del Gobierno de la Generalitat de Cataluña supondrá que más de 1.000 altos cargos y personas de libre designación perderán sus empleos, según cálculos de los sindicatos CC OO y UGT. La cúpula de Convergència i Unió, que durante 23 años años ha ocupado el Gobierno catalán, anunció que tratará de facilitar la "gobernabilidad" desde la oposición y descartó bloquear la reforma estatuaria.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, afirmó ayer que el pacto de izquierdas en Cataluña "provoca inquietud en muchos ciudadanos" y puede desestabilizar la financiación autonómica.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de diciembre de 2003