El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, se impuso ayer en una reñida votación al actual portavoz de la Ejecutiva peneuvista, Joseba Egibar, en la carrera por la sucesión en la dirección del PNV. La temprana noticia de la victoria de Imaz en Navarra, territorio que había apoyado a Egibar en la primera vuelta, hacía presagiar una victoria que, sin embargo, se puso cuesta arriba. Egibar acortó distancias en Vizcaya, pero no lo suficiente para inclinar ese territorio de su lado. El actual portavoz de la dirección sumó Álava y Guipúzcoa, e Imaz ganó en el País Vasco francés y las extraterritoriales.
La cita de ayer para los 32.000 militantes peneuvistas era inédita en la historia de este partido centenario. Por primera vez tenían que optar entre dos candidatos: el actual portavoz de la Ejecutiva, Joseba Egibar, y el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz.
A primera hora de la noche, la noticia del vuelco en Navarra en favor de Imaz -siete frente a cuatro- le hizo acariciar un triunfo que, sin embargo, el portavoz gubernamental tuvo finalmente que sudar más de lo previsto en un territorio como Vizcaya, donde en la primera vuelta había logrado una cómoda victoria.
Imaz barrió materialmente a Egibar en el País Vasco francés -logró la victoria en las cuatro asambleas-. A partir de ahí, la victoria comenzó a ponerse más complicada. Los militantes guipuzcoanos no le fallaron a Egibar y volvieron a darle su apoyo en más de un 60% de las asambleas. La duda sobre hacia dónde podía inclinarse el voto logrado en Álava por el aún presidente del PNV, Xabier Arzalluz, en la primera vuelta -que logró 14 asambleas, por 18 Egibar y 13 Imaz- se resolvió enseguida. Vitoria, Llodio, Amurrio cayeron del lado de Egibar y así hasta sumar la victoria en ese territorio por 12 a 6.
Los primeros resultados que llegaron del poderoso territorio de Vizcaya llenaron de dudas al sector de Imaz. Egibar recortaba la distancia lograda por el portavoz del Gobierno vasco ensombreciendo la noche a su contrincante. Pasada la medianoche, sin embargo, Imaz estaba ya a un apoderado de la mayoría absoluta y, pocos minutos después, fuentes de este sector confirmaron la noticia: Imaz retenía Vizcaya con 114 asambleas frente a las 91 logradas por Egibar. Portavoces de la Ejecutiva del PNV confirmaban poco más tarde la victoria de Imaz "lograda gracias al vuelco en Navarra".
Además del presidente, los 32.000 militantes peneuvistas tenían que elegir también -en base a una lista abierta- a ocho miembros de la nueva Ejecutiva. Su designación será sancionada a finales de enero próximo, tras la Asamblea General prevista para los días 17 y 18, de la que el PNV saldrá ya con un nuevo líder.
Las mismas fuentes de la Ejecutiva peneuvista indicaron a este periódico que "la militancia ha querido equilibrar esta victoria apoyando a buena parte de los candidatos del equipo de Egibar para la dirección. De hecho, en Navarra de los ocho dirigentes elegidos, seis corresponden a los de la plancha de Egibar y sólo dos a Imaz", subrayaron.
La Asamblea Nacional que elegirá el presidente del PNV está formada por 70 miembros. La distribución de esos representantes se realiza de dos formas. Cada uno de los cuatro territorios elige un mínimo de 12 delegados. Los otros 15 se reparten por un sistema de ponderación, en función de la militancia. Así, la diferencia para llegar a los 24 de Vizcaya, los 14 de Guipúzcoa y los 13 de Álava la da el peso de la militancia en cada provincia. Lo que se escogía ayer eran los apoderados representantes en cada asamblea regional. Éstos, a su vez, llevarán a la Asamblea Nacional el mandato imperativo que las basesdejaron ayer claro: el voto mayoritario de Imaz 43 de los 70 delegados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de diciembre de 2003