La apuesta por el inglés es uno de los siete ejes sobre los que gira el programa educativo que llevará el PSOE a las próximas elecciones generales. Zapatero implantará de forma progresiva los centros bilingües públicos, en los que se empezará por enseñar en inglés una tercera parte de las asignaturas de primaria. Para ello, se concederán licencias retribuidas a los profesores para el aprendizaje de idiomas, con la condición de que impartan sus materias en la lengua estudiada cuando se reincorporen, y se favorecerá el intercambio de docentes con otros países de la UE. El segundo eje es el aumento del control a la concertada: estos centros no podrán cobrar mensualidades y deberán escolarizar a todos los alumnos "sin discriminaciones explícitas o implícitas" de los inmigrantes.
Las otras apuestas de los socialistas son el fomento de las nuevas tecnologías, el apoyo a los inmigrantes, los refuerzos para los alumnos que van mal, las becas y la actualización del profesorado.
Uno de los objetivos es desmantelar las medidas más polémicas promovidas por el PP con la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE) mediante iniciativas alternativas. Zapatero dotará de nuevo de pleno carácter educativo a la etapa infantil (convertida parcialmente en asistencial con la LOCE); volverá a implantar la diversificación curricular (la posibilidad de que los chicos que vayan peor a los 15 años puedan dar algunas materias adaptadas a su nivel), que eliminó la ley de los populares y, sobre todo, quitará el doble acceso a la Universidad promovido por el PP: la reválida más otras pruebas de acceso por facultades.
El PSOE promete poner una sola prueba para entrar en la Universidad y que la superación del bachillerato conduzca directamente a la obtención del título de Bachiller. Con la LOCE, es preciso superar la reválida o Prueba General de Bachillerato (PGB) para lograrlo. Los socialistas se proponen paralizar la aplicación de esta ley, de la que sólo se ha implantado este curso de forma obligatoria la repetición con más de dos materias suspensas en la ESO.
El equipo de Zapatero también quiere cambiar una de las principales reformas de la Ley Orgánica de Universidades (LOU). Sustituirá los polémicos exámenes de habilitación nacional de los profesores funcionarios, creados por el PP, por una acreditación para todos los que cumplan los requisitos de acuerdo con su currículo. Éstas son otras promesas:
- Financiación. Aumentar la inversión pública en Educación del 4,4% a la media de la UE (5,4%) en la próxima legislatura. Incrementar el gasto público destinada a educación superior del 0,9% actual al 1,5% a lo largo de esos cuatro años. Para la Universidad se aprobará, de acuerdo con las comunidades autónomas, una Ley de Bases.
- Cohesión. Establecer un mecanismo para garantizar que el gasto medio del Estado por alumno sea el mismo en todas las comunidades y crear unos fondos de compensación interterritorial.
- Alumnos con problemas. Crear centros preferentes, de acuerdo con las comunidades autónomas, con 15 alumnos por aula, más recursos, profesores de apoyo y trabajadores sociales, equipos de profesores estables y apoyo a familias. Tres horas a la semana más en la ESO para actividades de refuerzo.
- Inmigrantes. Establecer Aulas Temporales de Adaptación Lingüística, apoyo especial a las familias y profesorado nativo de apoyo de los países de origen, para facilitar el aprendizaje de la lengua materna de los alumnos, con el fin de fomentar la "convivencia, respeto y tolerancia".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 29 de diciembre de 2003