Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
DOS AÑOS DE MONEDA EUROPEA

El euro supera los 1,25 dólares ante la debilidad de la economía de EE UU

La divisa europea se ha revalorizado un 40% desde que comenzó a circular en enero de 2002

El euro culmina su segundo año en circulación marcando máximos frente al dólar y ganando terreno poco a poco como moneda de referencia internacional, y ya es la segunda divisa mundial. La moneda única superó ayer los 1,25 dólares y ya acumula una revalorización del 40% frente al dólar desde que comenzó a circular en enero de 2002. El fortalecimiento del euro, sin embargo, no se debe a una boyante economía europea, sino a la debilidad de la estadounidense que sufre cada día un nuevo traspié. El último, el primer caso de vaca loca en EE UU. Los principales mercados bursátiles europeos, por su parte, registraron ayer nuevos máximos anuales.

El euro marcó ayer un nuevo máximo ante la divisa estadounidense al superar los 1,2510 dólares. Con este récord, la moneda europea ya ha acumulado una revalorización del 15% en lo que va de año y del 40% desde que comenzó a circular el 1 de enero de 2002. No obstante, este tremendo valor de la moneda de los Doce no se debe a una cosecha propia, es decir, a la fortaleza de la economía europea, sino a la debilidad de su rival, el dólar.

En la jornada de ayer el dólar se depreció frente a 10 de las 12 monedas más importantes del mundo, incluidas, por ejemplo, el dólar australiano y el neozelandés. El dólar hunde más y más la cabeza y ello porque, a pesar de que la economía de EE UU registró en el tercer trimestre un fuerte avance del 8,2%, aún hay muchas dudas acerca de la continuidad de este crecimiento. Y por si fuera poco, llega el primer caso de vaca loca al mercado estadounidense, lo que recuerda a los inversores que esa crisis le ha costado a la economía europea más de 90.000 millones de euros desde la segunda mitad de los noventa.

La incertidumbre acerca del futuro de la economía estadounidense arrastra al dólar y ni desde la Casa Blanca ni desde la Reserva Federal (banco central de EE UU) parece haber interés en detener la caída. Hace poco más de un mes, la Reserva prefirió mantener los tipos de interés en el 1%, los más bajos en 45 años, porque estaba segura de que un ritmo de crecimiento tan alto como el del tercer trimestre era "imposible de sostener".

Debilidad conveniente

La debilidad del dólar, a pesar de que supone un problema para un país que importa tanto de tantos productos puede ser un problema, es un alivio desde el punto de vista de las exportaciones, que se abaratan para los productores estadounidenses, y del consumo, ya que lo estimula dentro del país. También supone un alivio para el presidente George W. Bush a la hora de hacer frente al déficit histórico de 375.000 millones de dólares que acumula su Administración, ya que cuanto más bajo esté el dólar, menos cuesta hacer frente a los intereses de una deuda contraída en esa moneda.

En paralelo a la delicada situación de la primera economía del mundo, la de Japón parece estar empezando de verdad a levantar cabeza tras un decenio de estancamiento y momentos de recesión. La demanda de dólares por parte de los inversores bajó abruptamente ayer después de que el ministro de Servicios Financieros japonés, Heizo Takenaka, anunciara que el plan de saneamiento de la banca japonesa, lastrada por créditos morosos por más de 400.000 millones de dólares, avanza más rápidamente de lo previsto. De hecho, los grandes grupos bancarios japoneses obtuvieron resultados positivos al término de 2003 por primera vez en 10 años.

El yen llegó a revalorizarse ayer a 106,9 dólares, su valor más alto desde septiembre de 2000. El Banco de Japón debió intervenir en el mercado para debilitar un poco su propia moneda y apuntalar así el otro pilar de la recuperación económica del país (aparte del saneamiento de la banca): el comercio exterior. Cuanto más valor tenga el yen más caro será exportar para la industria japonesa. El yen se ha revalorizado un 10% frente al dólar en lo que va de año y si no lo hizo en un porcentaje mayor, como el euro, se ha debido a que el banco central japonés ha llegado a vender 17,8 billones de yenes (116.000 millones de dólares) en el mercado para debilitarlo.

Alemania, el motor de la economía europea, también aplaudiría algún tipo de medida que pudiese frenar la escalada del euro. A pesar de que el Ejecutivo alemán ha declarado "no estar preocupado" por la revalorización del euro, tal fortalecimiento socava un pilar económico alemán si se tiene en cuenta que las exportaciones de ese país representan un tercio del PIB (producto interior bruto). En Alemania se publicó recientemente un estudio en el que los empresarios encuestados daban casi por hecho de que el euro llegará a 1,35 dólares a mediados del próximo año y, a pesar de ello, conservaban cierto optimismo respecto al futuro de sus negocios. Los exportadores alemanes incluso no han perdido la esperanza de aumentar sus ventas externas a lo largo de 2004, según la encuesta publicada ayer del instituto Ifo.

Hay muchos empresarios y analistas, y no sólo en Alemania, que creen que la escalada del euro ha comenzado a preocupar al Banco Central Europeo (BCE) por los posibles efectos sobre las economías de la región. Para muchos expertos, es muy probable que una continua tendencia al alza de la moneda única fuerce al BCE a rebajar los tipos de interés para apuntalar la economía de la zona euro.

Mientras tanto, el inversor que no quiere riesgos ni sorpresas a la vuelta de la esquina se refugia en el mercado del oro. El metal precioso es el valor refugio por excelencia en los tiempos de incertidumbre y el hecho de que ahora lo es ha quedado demostrado con el nuevo máximo de siete años al que ayer llegó el oro. El metal alcanzó una cotización de 416,50 dólares por onza, su precio más alto desde febrero de 1996. El precio del oro ya acumula un incremento del 19% en lo que va de año.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 30 de diciembre de 2003